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AngieLiciaRosBetanco
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San Valentín.
Ese día especial para las parejas, algunos lo odian, otros lo adoran.
Ese día, tan pronto como Abril llegó a la casa, fue recibida con un cariñoso beso por parte de su novio, y un abrazo por parte de sus amigos.
La tarde la pasó de maravilla, fueron a un parque, a comer, y hablaron hasta que calló el atardecer, ella y su novio se encontraban en el claro del bosque, a la sombra de un arbol, con la luz en tono naranja y rojizo pasando entre las ojas.
Lo mejor de lo mejor para Tim, ya que la luz le daba a su novia, a sus ojos, era un espectáculo simplemente maravilloso.
Pero...había un problema entre la tan romántica atmósfera...
Abril estaba rara, su novio le había regalado un día fantástico, pero ella no pudo conseguir nada para el...
La expresión de la chica de repente se volvió triste, causando la preocupación en el castaño, el cual acarició la mejilla de su novia de forma suave con el dorso de su mano.
- Abril...¿que te pasa?. -
Cuestionó con tranquilidad en su hablar.
- Yo...perdon Tim, pero...-
Esas palabras preocuparon al de ojos cafés.
- Pero... -
Dijo en un intento por que su novia acabara la frase, estaba preocupado, demasiado.
- Yo no pude conseguir nada para regalarte. -
Habló con vergüenza, luego de eso escuchó las risas de su contrario, al voltear a verlo éste la abrazó y acarició un poco su cabeza.
- No te preocupes, no me molesta, verte felíz es el mejor regalo que puedo tener...-
La pelirroja únicamente sonrió y se aferró a su novio, luego de eso se levantaron y se fueron en dirección a la casa, no había nadie a la vista, al parecer todos salieron, se acomodaron en el sofá de la sala, abrazandose.
En cierto punto, los besos empezaron, al principio de forma suave, para así ir tornandose cada vez más apasionados, ella se sentó en el regaso de su novio, ubicando una de sus piernas a cada lado del cuerpo de chico.
Luego Tim se puso de pie, provocando que su novia enredara sus piernas al rededor de el, la sostuvo por los muslos, entre beso y beso se dirigieron a la habitación del chico.
La puerta fue cerrada, con sumo cuidado dejó a su amada sobre la cama, se quitó los zapatos e hizo lo mismo con ella.
Se ubicó entre las piernas de la menor, comenzando a besar su cuello, proporcionando suaves caricias a sus piernas.
En un punto sintió la calida mano de su chica tomarle por el mentón, a lo que el alzó la mirada para verla.
- Creo que tengo el regalo perfecto para ti...-
Por la sonrisa que tenía, no le fue difícil adivinar a que se refería, ella bajó el cierre de su chaqueta para después quitarsela, luego le quitó la camiseta, quedando embobada con el bien trabajado torso de su amado.
Pasó sus manos con suavidad por sobre su pecho, descendiendo de forma lenta, aquel castaño estaba como muchos desearían estar...
El por su parte sonreía con un leve sonrojo en sus mejillas, dejando por un momento que su novia le tocara como deseara.
Minutos después se besaron nuevamente, la ropa que quedaba comenzaba a estorbar, poco a poco fue desapareciendo, hasta que ambos con nada más que ropa interior.
El acariciaba de forma suave con una de sus manos uno de los pechos de la chica, mientras que el otro era atendido con besos un tanto húmedos, su otra mano se ubicaba en la zona intima de la joven, acariciando de forma suave por sobre la única prenda que le quedaba, sintiendo como estaba húmeda.
Se deleitaba con los sonidos que hacía su amada, sintiéndose felíz de ser el quien los provocara, pronto, aquella prenda fue retirada al igual que el resto.
Metió dos de sus dedos en aquella zona, comenzando a moverlos de manera lenta, esto para que en su momento no le doliera.
Por otra parte, la chica de sentía en el cielo, tanto, que en unos minutos, llegó a su primer orgasmo, causando una sonrisa en el chico. Ella no quería quedarse atrás, por lo que le indicó a su novio que se sentara, quitó la prenda y tomó su miembro, comenzando a frotarlo con su mano.
Escuchaba claramente los jadeos del chico, a lo que únicamente sonrió.
Al poco tiempo, ella estaba recostada nuevamente en la cama, observó como su novio sacaba un pequeño sobre, un condón, se lo puso luego se acomodó entre las piernas de la chica.
- ¿Lista?. -
Recibió el asentir de su contraria, así que comenzó, fue metiendolo de forma lenta hasta estar completo, esperó unos minutos a que la pelirroja se acostumbrara, luego comenzó a moverse, al pricipio lento y suave, poco a poco se fue haciendo más rápido y fuerte.
Los gemidos y jadeos se escuchaban en la habitación junto con el chocar de sus cuerpos, ella clavaba sus uñas en la espalda del chico mientras que el sostenía con firmeza su cintura, se miraron un momento, sonriendo de forma leve, algo que para ambos fue increíblemente mágico.
Largo rato después, cambiaron la posición, el se encontraba sentado con la espalda en el respaldo de la cama con sus manos en la cintura de la chica la cual daba repetidos brincos sobre el.
Horas después.
Ambos se encontraban en la cama exhaustos, se miraron nuevamente para así unirse en un beso, uno apasionado pero a la vez lleno de amor, uno de los mejores que se habían dado hasta el momento.
~Sin dudas, la noche más bonita que habían tenido, y eso que aún faltaban muchas más~
