×Espero que esto compense tanta tardanza...
Frío
Un nuevo día, Abril ya estaba como siempre, había salido junto a su amiga a dar una vuelta, pero al volver las tomó por sorpresa una fuerte lluvia junto a un frío como de invierno, apuraron el paso hasta llegar a la casa de la pelirroja donde la esperaba su novio, luego de dejar a su amiga, la pelinegra se fue corriendo bajo la lluvia cual loca, ella adoraba hacer eso, más si hacía tanto frío.
La pareja observó a la chica alejarse para después reír un poco, ingresaron a la casa, el, como si fuese su mamá le ordenó ir a darse una ducha caliente para que no se enfermase, ella obedeció sin protestar y se dirigió al baño.
...
Su pareja le había pasado ropa, por lo que al salir del baño estaba ya vestida, secó su cabello con una toalla mientras caminaba a la habitación, al llegar dejó la toalla por ahí y se acostó en la cama para después taparse en busca de calor, pero el frío abrumaba el lugar a pesar del paso del tiempo.
- ¡TIM! -
Llamó a su novio el cual no tardó en aparecer y asomarse por el marco de la puerta.
- ¿Qué pasa? -
- Ven, acuéstate conmigo, tengo frío. -
El chico soltó un suspiro y se acercó, se quitó las zapatillas, luego apartó las mantas para poder acostarse junto a la chica, luego volvió a taparla al igual que a si mismo, luego procedió a abrazarla.
Ella se acomodó entre los brazos de su novio, acurrucandose para estar más cómoda.
El joven fue acariciando suavemente la espalda de su novia.
Estuvieron así un tiempo, en un punto el chico comenzaba a aburrirse, por lo que se le ocurrió algo bastante... entretenido... para hacer.
Sonrió con malicia, tomó suavemente el mentón de su novia, y movió su cabeza para que lo mirará, acabó con la distancia uniéndose ambos en un tierno beso que a la larga comenzó a tornarse más... apasionado.
El castaño comenzó a meter su mano bajo la camiseta de la chica, comenzando a levantarla, cosa que fue suficiente para que la pelirroja entendiera que es lo que quería así que se separó del beso para después acomodarse y dejar que su pareja la desvistiera.
Las estorbosas prendas fueron desapareciendo poco a poco, una a una, hasta que la joven quedó completamente sin nada, el frío chocando con su pálida piel le hizo soltar un jadeo, las manos frías del joven acariciaron su vientre, descendiendo, lenta, muy lentamente, hasta llegar a su intimidad, el tacto frío se sintió tan bien que logró arrancarle un fuerte gemido.
El como su pareja frotaba aquella zona para prepararla era simplemente como si la llevase directo al cielo, sintió dos de los dedos del joven ingresar dentro de ella, pronto comenzaron a simular embestidas.
Envolvió sus brazos alrededor del cuello del joven, para así besarlo, al sentir como aumentaba la velocidad del movimiento se aferró con fuerza a la castaña cabellera del chico, el cuál se separó de aquél beso al soltar un gemido... Cómo música a los oídos de su chica.
...
El se encontraba con la espalda apoyada en el respaldo de la cama, su pecho subía y bajaba mientras su respiración era agitada. El sudor en su frente y gotas del mismo bajaban por sus mejillas, su mano se encontraba en la cabeza de la joven quién se encontraba...bueno, haciéndole un oral.
Lamía de la base a la punta, para después meterlo hasta donde podía dentro de su boca, logrando hacer gemir como nunca al castaño.
Finalmente, se acomodó sobre el chico sosteniendo el miembro erecto, lo ubicó en su entrada y finalmente comenzó a meterlo, se dejó bajar hasta que estuviera completamente dentro, ambos gimieron, pronto la chica comenzó a moverse de arriba abajo, como brincando, montándolo.
...
Un cambio de posición, la joven se acostó abriendo sus piernas, el se colocó el condón, pronto lo metió, sostuvo las caderas de su pareja, comenzó a moverse lento al principio y de la misma manera durante un tiempo, escondió su rostro en el cuello de la joven, dando pequeños besos húmedos en la zona, dejando también una que otra marca.
Ella gemía sin mucho control, se aferraba con fuerza a la espalda del chico, pero, quería que lo hiciera más fuerte, algo avergonzada y con un sonrojo notorio en sus mejillas gracias al calor que sentía, murmuró.
- Tim...¿P-podrías hacerlo m-más fuerte?. -
El se acomodó para verla, sonrió con malicia.
- ¿Que...pasa si no quiero?. -
La pelirroja frunció el ceño con frustración.
- P-por favor, n-no me tortures así. -
El chico acercó su rostro al oído de la chica.
- Grita, gritame que querés más fuerte. -
Susurró al oído de la chica, ella no dijo nada, sólo se mantuvo sin articular palabra, sólo gemía.
Pero, el deseo le ganó, su voz resonó por la habitación.
- ¡Masky, carajo!, ¡Ha-hacelo más fuerte!. -
El joven sonrió, pronto obedeció a la orden de su novia, los gemidos fueron en aumento.
...
Largo tiempo después acabaron agotados, algo traspirados, uno al lado del otro, poco tiempo después quedaron dormidos.
A la mañana siguiente la joven permaneció en cama casi todo el día...
