Romance Clandestino

Preparativos

Caitlyn

Pasaron algunos días y mi madre estaba como loca haciendo preparativos para la boda, siempre que me preguntaba si estaba de acuerdo en lo que ella escogió, le decía que no, tenía que retrasar todo, si todo salía bien dentro de 3 semanas me iba con Vi. Y mi madre planeaba que la boda fuera dentro de dos meses, todo se había acomodado a nuestros planes.

Ya habían acabado la obra del anexo, así que no pude ver a Vi en toda una semana. Hoy nos veríamos en una cafetería que está cerca de su trabajo. Tomé mi bolso y fui a mi coche, verifique en el camino que nadie me siguiera, no note nada extraño.
Vi ya me esperaba en una mesa, sonreímos al cruzar nuestra mirada.

-Te besaría, pero más vale tener cuidado- dijo

Sonreí

- Te hecho de menos, es horrible no poder verte- confesé, tome sutilmente su mano que estaba sobre la mesa

-Lo sé, pero falta poco - dijo

Me entrego una fotografías, eran varias fotos de departamentos, todos eran muy bellos.

-Cuál te gusta- preguntó

-Todos están increíbles, elige tu- conteste

-Caitlyn, tu eres la de buen gusto- dijo riendo

-Este me gusta mas, tiene una linda terraza y es muy amplia- vi me observaba - a ti te gusta- pregunte

-Pues ese será cariño, yo solo te necesito a ti - dijo

Mi corazón latía muy fuerte, estaba tan enamorada, quería besarla, necesitaba su cuerpo, me hacía falta su toque, al parecer ella se sentía igual.

-Vamos a mi apartamento- dijo

Nos levantamos y nos fuimos en su coche, dejando el mío estacionado en ese lugar.

Cuando entramos a su apartamento me tomó por la cintura y presionó su cuerpo contra el mío, para besarme tiernamente. Fuimos a la habitación donde comenzó a quitar mi ropa lentamente, detenidamente iba dejando besos en cada parte de mi piel expuesta, mi cuerpo temblaba ante su toque, también quite su ropa y seguí el ritmo lento que llevaba. Toque su cuerpo mientras besaba su boca. Poco a poco el calor recorría todo mi cuerpo, pero no quería ir más rápido, quería que el momento  nunca acabará. Sus caricias eran una tortura, sus ojos reflejaban amor y deseo.

-Te amo- susurro en mi oreja,

Sonreí

-Yo te amo a ti- le conteste

Subimos la intensidad de nuestros besos y caricias, ahora era todo deseo, jalaba con fuerza mi  cabello para tener acceso a mi cuello, yo gemia del placer. Ella recorría todo mi cuerpo con sus manos, tomaba su tiempo en mi pecho, dando pequeños pellizcos en el pezón, que me hacían gritar de placer. Su boca era feroz dejando pequeñas marcas en mi cuerpo. Montada encima de mi comenzó a frotar su cuerpo, mientras yo acariciaba su caderas. Ambas estábamos perdiendo el control, con nuestra respiración entrecortada, Vi tomó un pequeño vibrador de la mesilla de noche, para ponerlo entre nuestras piernas, ambas gemimos. Nuestros movimientos eran fuertes y lentos, acaricie sus pechos, sentí como su cuerpo se retorcía, viendo nuestros ojos, terminamos juntas.

Vi

Cait me dio un beso en la mejilla y puso su rostro en mi cuello.

-Me vuelves loca, lo sabes- dije

Sonrió

-Cuento las horas para ya estar así siempre- dijo

-Yo igual, vayamos a la ducha, que tengo que volver a la oficina-