Propuesta

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Vi

Tres meses después de que nos mudamos juntas, caitlyn emprendió su negocio de fotografía el cual tenía mucho éxito. Era un lugar cerca a mi oficina así que podíamos comer juntas, los amigos que tenia aquí fueron muy amables con ella, así que se integró muy fácil a su nueva vida. Todo iba de maravilla, hablaba seguido con su padre por videollamada, aunque se ponía triste porque su madre aún no le dirigía la palabra.

Mi hermana vendría a visitarme por una semana, así que yo estaba nerviosa, porque Powder no aceptaba del todo lo nuestro.

Fui por ella al aeropuerto.

-No quería venir, porque me obligas- dijo malhumorada

-Tenía tiempo sin verte, que no me extrañas ni un poco- dije sonriendo

-Pero estará tu novia, no me cae bien-

-Por favor, no hagas esto- suspiré - solo no seas grosera con ella, hazlo por mi-

-Ya esta bien, solo por favor no quiero escucharlas teniendo sexo a todas horas- fingió vomitar

-Y evita ese tipo de bromas - dije

-amargada - contesto

-Trataré de no hacer tanto ruido- seguí su juego

Y reímos.

Llegamos al departamento Caitlyn estaba preparando algo para comer. Cruzó miradas con mi hermana y saludo amigablemente.
Powder le regreso el saludo. Aunque toda la escena se veía muy forzada.

Comenzamos a comer en silencio, era bastante incómodo, Powder decía algo y sólo me veía a mí, ignoraba la presencia de Caitlyn ella terminó de comer y se fue a nuestra habitación.

-Perdón - dijo powder antes de que yo hablara - cocina muy bien- sonrió

-Pues a la otra da las gracias- me fui a buscar a cait.

-Ella es así, aveces ni yo la soporto- confesé mientras me sentaba a su lado.

Sonrió

-Disfruta esta semana con ella, no te preocupes porque nos llevemos mal, anda- insistió

Lleve a Powder a visitar la ciudad, Caitlyn tenía trabajo que hacer, así que no nos acompañaba.
Por la mañana dedicaba mi tiempo a Powder para ir a pasear y tener momentos de hermanas, al pasar los días ellas poco a poco se llevaban mejor, conversaban de manera amable por algunos momentos.

Por las noches era completamente de Caitlyn, tratamos de ser silenciosas en nuestros encuentros, pero estoy segura que en varias ocasiones se nos olvido que alguien más estaba en el departamento. Y Powder lo confirmaba cuando al día siguiente nos miraba con vergüenza.

Un día antes de que Mi hermana se marchará, la lleve a una plaza comercial a comprar algunos obsequios para llevar a sus amigos.

Delante de mí estaba una joyería, decidí entrar quería comprar un dije a Caitlyn como el que ella me había dado antes, pero algo llamó mi atención. Mis ojos se dirigieron al pequeño aparador donde se exhibían anillos de compromiso. La señora que atendía el lugar me habló con emoción.

-Quieres que te muestre alguno- pregunto

-No, sólo busco un dije - respondí

Ella asintió

Mi mirada volvía a ver aquellos anillos.

La señora se acercó al aparador para sacar algunas piezas.

-Mi madre decía, que si lo sientes en el corazón debes hacerlo- dijo

Sonreí

Nunca hablamos de matrimonio, hablábamos de estar juntas, vivir libres, pero las palabras que menciono la señora hicieron eco en mi interior. Yo si quiero casarme con ella.

Romance Clandestino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora