Promesa

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Vi

El ambiente en la habitación se volvió seductor, nuestros cuerpos estaban en la espera de volver a estar juntos.
Mis manos empezaron lentamente a tocar su caderas, lo hacía de forma suave, repasando las curvas de su cuerpo, fui quitando su ropa poco a poco y ella comenzó a quitar la mía, cada movimiento era lento, quedamos desnudas frente a frente, se sentó en la cama apoyando su espalda en la cabezera, me senté sobre ella con mis muslos envolviendo sus piernas, comencé a repartir pequeños besos en su cuello jale su cabello hacia atrás para tener un mejor acceso, deje una pequeña marca que se torno de un leve tono morado, su respiración se volvió irregular  debido a la intensidad de mi pequeña mordida, sentí como su piel se erizo ante mis caricias, mordió su labio para no soltar un gemido,  posó sus manos en mis caderas, tocando mi muslos y apretando sus alrededores con fuerza encajando sus uñas en mi piel era yo la que gemia, baje mi atención a su pecho, donde explore con mi lengua, y repartí pequeños mordiscos en sus pezones  provocando que arque su espalda debido al placer. Provocando un gemido que no pudo contener.

-Vi - dijo con voz entrecortada

-Extrañe tu piel - susurre en su oído

-Por favor - suplico moviendo su caderas contra mi.

Nuestra respiración era agitada, me tomo por el cuello para acercar mi rostro al suyo y me beso de forma feroz, devorando mi boca. Yo rasguñaba su espalda, comencé con mis dedos a bajar por sus mulos y tocar su zona más sensible, Caitlyn perdió el control, hundido mi cabeza entre sus pechos y gemía mientras movía sus caderas siguiendo el ritmo que daba con mis dedos.
Ella copio mi movimiento e introdujo sus dedos en mi, ambas estábamos con nuestra respiración agitada moviéndonos en sintonía, nuestra piel estaba enrojecida debido a nuestras incesantes caricias. Su cuerpo tembló bajo el mio anunciando que había llegado al clímax, y sin más me deje ir con ella.
Fue increíble ver como nuestros cuerpos se reencontraron después de tanto tiempo, como seguía esa conexión intacta donde eramos todo amor y deseo.

-Fue maravilloso - sonreí, aún trataba de regular mi respiración

Ella sonrió y me beso dulcemente.

Desnudas en la cama la tomé por la espalda y la abrace, me aferre a ella. No volvería ha dejar que se marchará.
Nos quedamos mucho tiempo así, en silencio solo acariciando sutilmente nuestro cuerpo, hasta que sonó su celular. Era su padre que estaba preocupado, ya  casi iba ser media noche.

-Tengo que irme papá me espera - dijo

Yo asentí, aunque la verdad esperaba que ella se quedara esta noche. Se dio cuenta de que no estaba de acuerdo.

-Mañana ven a mi casa para desayunar  juntas,- sonrió

Accedí

Cuando fue a la puerta la sujete muy fuerte y la bese, no quería que se marchará.

-Te amo- dijo

Mi corazón se aceleró al volver a escuchar esas palabras.

-Yo te amo a ti- conteste

Caitlyn se marchó y me fui a la cama a tratar de dormir, pero no podía, estaba eufórica, sonreía como tonta para mi sola.

Hubo algo que aún me preocupaba y que tenía mi mente ocupada, debía solucionarlo, debía hacer que Jayce pagara por lo que hizo, tenía que convencer a Caitlyn de que lo acusara.

A la mañana siguiente me prepare para ir a casa de Caitlyn, cuando llegue ella me esperaba en la entrada y recibió con un beso, escuche a Valeria toser para después hablar. Me aparte apresurada

-No presuman, no enfrente de alguien sin pareja - dijo sonriendo

Me quede sorprendida, no sabia que ella estaba aquí, pero lo que más me sorprendió es que Caitlyn no le haya dado importancia a que nos viera juntas, era evidente que Valeria sabía de nuestro romance.

Romance Clandestino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora