Enero

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Un día después del año nuevo.


A pesar de las constantes súplicas de Duan Yihan y Xue Zhengyong, Chu Wanning estaba decidido a volver a casa; aunque quisiera, no podía quedarse para siempre. Ni siquiera Xue Meng pudo convencerlo de quedarse un poquito más.

Por supuesto, Mo Ran se prestó a llevarlo a casa.

El clima era bastante frío ese día, por lo que Chu Wanning no insistió mucho en volver por su cuenta. Tener que ir hasta el tren y luego la pequeña caminata hasta casa no sonaba para nada agradable.

Cuando salieron a la calle, Mo Ran se percató de que Chu Wanning no llevaba bufanda. Sin decir nada, se quitó la suya y la envolvió alrededor de su cuello.

Chu Wanning alzó la cabeza e inquirió con sus ojos a Mo Ran por esa acción.

Mo Ran le dedicó una sonrisa y, posando una mano en la espalda baja de Chu Wanning, lo guió hasta el corto tramo a su automóvil. 

"Hace mucho frío hoy. Deberías abrigarte mejor", Mo Ran dijo en voz baja.

Chu Wanning todavía estaba inmerso en ese gesto cortés y solo pronunció un sonido de acuerdo.

En el viaje a casa nadie habló, pero la música que salía del estéreo hizo que la atmósfera fuera buena; con Mo Ran cantando de vez en cuando. 

Chu Wanning tuvo que girar varias veces la cara hacia la ventanilla del auto para esconder sus pequeñas sonrisas ante esa voz un tanto desafinada, pero que cantaba con emoción. 

Si no fuera por la llamada nocturna de su madre, no creía volver a ver a Chu Wanning en un lugar diferente al de los almuerzos domingueros en familia.

Por alguna razón volvió a escabullirse de su presencia. 

Era un día de semana, por lo que se había acostado temprano. 

El tono de llamada sonó por un tiempo. Al ser persistente, Mo Ran no tuvo más remedio que sacar el brazo de debajo de la almohada y tantear alrededor.

Aceptó la llamada y la voz preocupada de su madre lo despertó al instante y se enderezó.

"Ran-er, ¿Sabes cómo está Wanning? Vives al lado, ¿Podrías fijarte cómo está?"

Con la voz todavía áspera por el sueño, Mo Ran preguntó: "¿Mamá…? ¿Qué sucede?"

"Ran-er, cariño. Con Zhengyong estamos preocupados por Wanning. No nos ha respondido los mensajes ni llamadas desde ayer".

Mo Ran frunció el ceño. "Tal vez estaba muy ocupado y por eso no pudo contestarles…"

Duan Yihan explicó: "Nos responde siempre. También pensamos que podría ser eso, pero no tenemos noticias de él desde hace un día… estamos preocupados. Por favor, ¿Puedes ir a verlo?"

Mo Ran rápidamente la tranquilizó y le dijo que iría. 

"Te llamo más tarde". Finalizó la llamada.

Después de estar algo presentable, Mo Ran corrió hacia el departamento de Chu Wanning con una gatita pegajosa en brazos y tocó el timbre.

Pasaron unos minutos, pero no hubo respuesta en absoluto. 

La inquietud se apoderó de él y comenzó a pensar en formas de entrar.

De repente, vio de reojo cómo Niannian movía sus patas delanteras entre las hojas de la maceta. Parecía estar jugando, pero Mo Ran se agachó y rebuscó.

La Brisa del Haitang me Trajo un Cálido Hogar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora