Odio que tenga que ser fuerte, odio que te hayas ido, odio todos mis defectos, odio que ames a alguien más, odio todo.
Ahora estoy parado solo bajo la lluvia como el tipo de película que solíamos odiar. Desearía poder recuperar el tiempo, pero sé qu...
No es fácil olvidar un sentimiento que se ha arraigado a ti por tanto tiempo y no hablo de costumbre, hablo de amor. Bastante sobrevalorado para algunos e inferiorizado en otros casos, solo era perfecto hace mucho y pedí muchas veces que volviera a ser como aquellos días en los que su afecto me llenaba el alma y me incitaba a salir corriendo del trabajo a casa solo para recibir esos besos y caricias que no puedo olvidar, pero todo eso es tan lejano.
El amor no se puede comparar, pero todo lo que sentí con él, no es nada parecido a lo que siento ahora con Nam. Sus caricias se sienten tan diferentes y agradezco que sea así, su cariño me complementa, pero sigo recordando después de tanto, ese algo que perdí, que alguien me negó.
—Minie. ¿Pasa algo? Últimamente estás muy pensativo.—pregunta y no se que decirle. ¿En qué pienso? ¿Qué quiero?
—Es Acros, no deja que duerma en las noches. Maúlla demasiado si es que no lo dejo dormir en mi lado de la cama, creo que es por la vejez.—me excuso culpando a mi gato.
—Supongo que sacar su cama fuera de la habitación sería empeorar el problema. Las ocasiones en las que me quedé a dormir contigo no se ha acercado ni un milímetro a mi, no puedo opinar mucho del tema.—Por un minuto se sumió en sus pensamientos.—Si, es la vejez.
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