Una versión tsundere y de muy poca sutileza de como "lo esencial es invisible a los ojos" y de "No te dejes llevar por la primera impresión y los prejuicios, las cosas no siempre son lo que parecen" y aquello que te pareció un lindo conejito podría...
Zhan giró a Yibo lentamente hacia él, llevó una de sus manos a esa pequeña cintura y lo atrajo con gentileza hacia su cuerpo, mientras la otra se apoyaba tiernamente sobre su mejilla para luego susurrar peligrosamente demasiado cerca de sus labios.
- Quédate conmigo Yibo...
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🐇❤🦁
- Zhan...
En el instante en que Yibo susurró su nombre, supo que ya no tenía la fuerza para mantenerse un segundo más alejado de él, feliz de estar nuevamente entre sus brazos, recorrió esos escasos centímetros que había entre ellos y con lágrimas en sus ojos se entregó a esos labios que tanto anhelaba.
<<Lo siento>>
Inmediatamente Zhan correspondió a su beso, el corazón de Yibo latió tan fuerte que se sintió mareado y su respiración inconstante le hizo temblar las piernas, llevándolo a aferrarse fuertemente por sobre los hombros de Zhan y abrazarlo necesitadamente contra su cuerpo.
- Yibo...
Susurró Zhan mientras rozaba con sus labios el lóbulo de aquella sonrojada oreja.
- Si...
La respuesta sonó en una grave y cautelosa voz.
- Aquí estoy...
La exacerbada emoción invadió por completo su pecho, cuando el cálido aliento de Zhan comenzó a recorrerlo y reclamarlo con autoridad.
- Zhan... Ahh...
En definitiva, Yibo entendió muy rápido que no podía hacer otra cosa más que ceder totalmente a la incomparable sensación de ser amado tan intensamente por ese hombre que lo presionaba con todo su cuerpo contra la puerta de entrada mientras continuaba abrazándose a él y devorándolo con desesperación.
- Yibo...
- Sí, soy yo...
No era como si ese punzante y tortuoso dolor de la culpa hubiese desaparecido sin más de su interior, sin embargo, su entrañable necesidad de seguir teniendo a Zhan así de cerca e incluso aún más, se superponía a cualquier sentimiento que le obligara a alejarse de él.
- Yibo...
- Soy yo... aquí estoy...
- Por fin...
- Si, por fin...
Las manos de Yibo acariciaron con ternura aquel largo cuello.
- Te extrañe tanto Zhan...
Yibo sollozaba aquellas palabras, mientras la humedad de las lágrimas de Zhan, quedaba impregnada en cada centímetro de piel que era besada con dolor y ansiedad.
