Capítulo 5

644 83 2
                                    

Zee hizo  una  parada  antes  de  llegar  al  trabajo. Sacó  el  coche  del  aparcamiento  y  fue  al supermercado. Zee podía sentir arder sus mejillas por lo que  necesitaba  comprar. Como  nunca  había  tenido  un amante  masculino  antes, Zee no  estaba  preparado  y como  tal,  no  tenía  lubricante. Era  necesario  corregir  esa situación  lo  antes  posible,  ya  que  no  había  manera  que Zee no  tuviera  relaciones  sexuales  con  su  pequeño compañero. 

Al  entrar  en  el  supermercado,  saludó  a  varias personas mientras caminaba pasando entre ellos. Una vez que se encontró en el área que estaba buscando se quedó estupefacto  ante  la  variedad  disponible.  Color,  aroma, sabor,  calor.  Yesung se  quedó  allí  y  se  quedó  mirando considerando las opciones. 

Zee salió  de  su  concentración  cuando  una  mano aterrizó en su brazo. Mirando a su alrededor se estremeció cuando vio a Jenny a su lado, con una cesta en su mano. 

—Zee, ¿qué  estás  haciendo?  Me  ignoraste completamente  cuando  te  llamé.  —Hombre,  la  voz  era molesta. No sabía cómo la había aguantado casi un año. 

—Lo siento. Creo que tenía la mente en otra parte.- contesto Zee.

—Lo que sea. Estaba pensando que podías recogerme esta noche a las siete e ir a cenar. —Anunció Jenny, como si tuviera todo el derecho a hacerlo. Zee no tenía ni idea de qué había visto en ella. Saint era lindo, su voz era sexy, y Zee sabía que era mucho más amable que Jenny y un infierno mucho mejor en la cama que ella también. 

Zee quitó el brazo de su mano y negó con  la cabeza. 

—Lo  siento,  no  puedo  hacerlo. Tengo  planes  con  mi compañero. 

Zee vio  el  momento  exacto  en  que  caló  en  el cerebro de Jenny lo que había dicho. 

— ¿Compañero?  — chilló Jenny, elevando  su  voz varias  octavas—.  ¿Qué  quieres  decir  con  compañero? ¿Desde cuándo? Yo soy tu compañera. 

Zee se estremeció ante la idea. 

—No, no  lo  eres  —suspiró Zee. Le  daba  lástima que Jenny estuviese  tan  desesperada  por  un  compañero que  hubiese  recurrido  a  mentiras  y  engaños—.  Salimos,  y luego  cortamos.  Lo  sabes.  En ningún momento se me ocurrió que fueras mi compañera. 

Zee se  volvió  de  nuevo  a  los  estantes.  Podía  oír los ruidos ahogados de la rubia a su lado, pero pensó que era mejor no  hacerle  caso. Extendió  la  mano  y  cogió  una pequeña  botella  plana  de  lubricante. Si  querían  probar cualquiera de los otros, él y Saint tomarían esa decisión y volverían más tarde. Zee se  volvió  a  las  cajas  cuando Jenny se  puso delante  de  él,  bloqueando  su  salida  por  el  pasillo. Reprimiendo  una  maldición, Zee se  sorprendió  cuando su voz salió plana y carente de emociones.

—Muévete,  por  favor, Jenny. Tengo  que  irme  a trabajar. 

—No, no me moveré. Quiero saber quién es.

Zee estaba seguro que la voz de Jenny estaba apenas un tono por  debajo  del  chillido  de  un  alma  en  pena.  Mirando a su alrededor, Zee tomó  nota  de  que  varias  personas merodeaban cerca, fingiendo no escuchar su conversación. No podía culparlos realmente, hasta los clientes al otro lado de la tienda podían haber oído gritar a Jenny. 

Ya había tenido suficiente de Jenny, y ahora llegaba tarde al trabajo. Zee se inclinó y le susurró al oído. 

—Su  nombre  es  Saint.  —Antes  de  que  pudiera responderle, Zee la esquivó y se dirigió a la caja. 

1*  Compañero InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora