Se me acumulan las palabras que nunca te dije porque sabía que no te gustarían
Te escribo tiempo después de borrarte de mi vida, arrepentida de no haberlo dicho antes. De no haberlo entendido antes
Crei que eras mi medicina porque contigo no sabía lo que era estar sana, te apoderaste de mi vida y yo ingenua te daba las gracias.
Lloré por ti tantas veces pensando que el problema era yo, que no era suficiente, que mi amistad no te bastaba.
Nunca me pediste perdón, ni siquiera creo que supieras lo que hacías.
Te quise con todo mi ser sin saber lo que era ser querido, cada palabra te crei excusándote en que eras así y que debía quererte porque serías la única que me querría.
Quiero pensar que no sabías del daño que me hacías porque si no fuera así eso de verdad me dolería.
Alejarme de ti fue duro, pero no imposible, a veces solitario y al final gratificante.
No te engañaré diciendo que no te pienso, a veces extraño los buenos momentos y esa conexión que no he vuelto a sentir con nadie, pero es mejor así, me da miedo volver a ser como antes, como era contigo.
Te juro que nunca tuve mala intención y trato de no guardarte rencor aunque algunas noches me cueste, me gustaría decirte esto de frente pero ¿De qué me serviría abrir heridas con una regañina que tu ignorarías y a mí en nada me beneficiaría? Es mejor seguir cruzándonos sin mirarnos para evitar más estragos.
Aunque no siempre lo haga ahora mismo te deseo lo mejor, que vivas plenamente y que soluciones todos esos problemas internos que tenías, yo lo hice, o por lo menos la mayoría, tal vez esto es lo que me quede pendiente.
Sé que esto no es lo mejor que he escrito pero cuando de ti se trata no tengo ningún pensamiento ordenado, me pasa desde pequeñas.
Pd: Aun se me hace raro no felicitarte los cumpleaños, ese día suele hacérseme un tanto nostálgico
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Querido rincón de mi mente
No FicciónAl final todos somos capítulos en el libro de alguien más