La noche es hermosa, ¿No?.
Y más aquella que pasamos.
Contando las estrellas.
Aunque solo fue una, yo me imaginé miles a tu lado.
En aquellas llamadas, en la madrugada podía imaginarnos acostados, contando estrellas mientras tomábamos algo de cerveza, aunque la odiará.
Tu y yo, recostados, con aquel frío del infierno, riendo y escuchando musica. Contando estrellas, buscándole formas y buscando la más brillante, iluminados por la luz de la luna.
Me inspiraste a mas allá de ver la luna, imaginé galaxias a tu lado. En aquellos ojos cafés pude observar a Dios, aunque sea atea.
La galaxia que me hacías sentir cada que estaba contigo era mejor que miles de drogas, sentía que el día era corto y la noche eterna.
Y que noche mejor que la que empezamos a hablar. Con un simple sticker de gatos, hablando de desamores adolescentes.
Y pensar que nuestra noche acabaría siendo uno de esos desamores adolescentes.