Siempre me gustó el color de tus ojos.
Esos ojitos hermosos que nunca más podré ver y que extraño tanto.
Esos ojitos que me expresaban mil cosas y me hacían sentir que todo estaba bien.
Esos hermosos ojos que me gustaba observar cada que nos encontrábamos.
Y que en cada foto me embobaba solo en ese café.
Esos ojitos que no pude observar por última vez.