Capítulo 6: Una sonrisa basta como advertencia

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- regalo? - preguntó muy sorprendido - yo no... yo no envíe ningún regalo

Si no fue Carlos, quien más? Renata sólo le dijo a él.

- Ah... jaja perdón, creí que tú lo enviaste... - me quedé pensando un momento

- Kayla - me miro - esta todo bien?

- Eh?... oh, si! Por supuesto! Ahora que recuerdo, fue la hermana de papá - dije no muy convencida

- Kayla - me miro muy serio - tú estas bien?

- Claro, es solo qué... estuve inconciente varias horas por eso aún estoy algo... - reí leve - de verdad estoy muy bien, Carlos.

- de acuerdo, cualquier cosa ya sabes donde estoy.

- Claro, gracias - sonreí

Nos despedimos y tomamos nuestro camino. Llegué a mi oficina y me senté en la silla de mi escritorio, tomé el teléfono de la oficina y llamé al que tenía Renata en su escritorio.

- Diga, jefa? - respondió una chica de su equipo

- Hola, esta Renata por ahí? - pregunté tranquila

- No, tiene como 5 minutos que salió. Necesita algo?

- No, no te preocupes. Cuando vuelva dile que venga a mi oficina por favor.

- Claro, yo le digo!

》Carlos O'connor《

Después de despedirme de Kayla fui a la oficina de Leo y entré.

- Buenos días, señor - sonreí

- Buen día, Carlos. Sucede algo? - dijo sin mirarme

- No realmente, sólo pasaba a saludar - dije mientras jugaba con un lapicero

- Sólo eso? - dijo viendo la pantalla de su computadora.

- Kayla ya se presentó, dice que ya se siente bien. - lo mire pero el seguía en lo suyo

- Valla, que bien. - dijo neutro

Leo no parecía interesado en ella, pero tampoco soy idiota para creerme el cuento de la tía, ni ella se lo creyó.

- Si, lo mismo digo. Tengo pensado llevarla a cenar algo - esperé una reacción

Me miró serio - No es muy imprudente de tu parte? - volvió su mirada a la pantalla - lo mejor sería que descanse.

Sonreí leve - la vez pasada no pude decirle algo importante por una llamada que recibió.

- Puedes hacer lo que te plazca, porque me dices todo esto? - guardo unos papeles que había en su escritorio y se levantó.

- Venga, hombre! Eres mi amigo, deberías darme ánimos! - reí

- Tienes razón... - caminó hacia la puerta y abrió - Mucha suerte, amigo.- sonrió - asegúrate de cerrar bien cuando salgas - después de decir eso se fue

- que demonios... fue esa sonrisa? Hombre, a veces das miedo - dije para mi mismo

Salí de su oficina y cerré como lo dijo. Caminé por el pasillo hasta llegar a la mía y entré.

》Kayla Beckett《

Ya habían pasado 20 minutos desde que llame a Renata, seguramente salió a comprar algo.

*Toc, Toc, Toc *

- Adelante! - dije creyendo que era Renata

La puerta se abrió y entró un chico con una cajita redonda y negra, tenía un lazo rojo alrededor de ella formando un lindo moño donde se juntaban ambos extremos y dentro de ella había rosas y una nota.

Mi Luz Al Final Del Túnel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora