Capítulo 9: Estoy seguro

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Si, me había enamorado de ella, no tenía ninguna duda, eso sucedió.

- Valla, un completo playboy enamorado de una buena chica - reí un poco - debería darme vergüenza o alegría?

- Enamorado? - preguntó Nathan con burla desde la puerta

- AHHH! - salí de la cama de un brinco - Maldición! Que demonios haces?! - dije mientras apoyaba mis manos en la cama y lo miraba

- Más bien creo que sólo es... curiosidad? - rió y entró yendo hacia la ventana - Tú cuando te has enamorado? Pareces de piedra - cerró la ventana

Reí por lo que dijo - Si fuera de piedra no saldría toda la semana con mujeres - me senté en la cama

- Por eso dije pareces, no dije eres - sonrió y levantó una ceja - por qué gritaste?

- Estaba distraído y de repente escuché tu asquerosa voz

- No sueles ser así de distraído, no te da vergüenza? - dijo con un poco de burla

- Nathan... - le di una mirada fulminante

- Esta bien, ya no digo nada. Pero si realmente te "enamoraste" de esa chica deberías cambiar un poco tu forma de vida, no crees? Me refiero a... - se quedó pensando - tus noch-

- Ya sé a que te refieres, cállate - lo mire serio - ya vete, tengo sueño

- De verdad... estas...

- Si, estoy seguro

- Bien... pero un consejo, si ella es una buena chica como dices, no la juegues, no lo merecería - dijo muy tranquilo

- Ya lo sé, no tienes que preocuparte por eso - reí - ya vete o terminaré haciendo quien sabe qué contigo, recuerda que hoy no salí con nadie - sonreí con seducción

- Agh! Maldito loco - puso cara de asco - eres un maldito pervertido, estas grave, amigo - rió y se fue

Cuando Nathan se fue abrí la ventana que había cerrado y volví a tirarme a la cama, me quedé viendo el techo un rato y cuando vi el reloj era la 1:23 a.m.
No podía dormír bien, desperté dos veces, la primera vez eran las 2:40 y la segunda las 3:55, en esa segunda vez salí al balcón a respirar un poco, tenía la sensación de que algo no muy bueno pasaría. A las 4:30 volví adentro e intente volver a dormir.

Cuando desperté eran exactamente las 6:30 a.m. y salí de la cama, fui a lavarme la boca y después entré a la bañera.
Terminé de ducharme y fui a vestirme, una playera cuello de tortuga color negra, pantalón de vestir y blazer del mismo color y botas Rockland. Terminé de vestirme y entró Nathan.

- Oye Leo, es tard- me miró - creí que aún no te levantabas

- Pues ya lo hice - dije mientras acomodaba mi cabello

- Ya veo. Bueno, el desayuno ya está, deberías bajar

- Muy bien, en un momento voy

5 minutos después bajé y me senté a la mesa, Nathan hizo lo mismo ya que no me gusta comer sólo. Terminamos el desayuno y me senté en la sala, entonces sonó el teléfono de la casa

- Leo, es el número de esa chica - me miró esperando una respuesta

- Damelo, yo contestó - dije de mala gana

Nathan me entregó el teléfono y respondí, sólo esperaba que no me sacara de mis casillas

- Leo! Eres tú? - habló muy alegre

- Que quieres? - dije con un tono frío

- Por qué me tratas así? Deberías ser más amable - dijo con un tono muy infantil

- Como conseguiste el num- Agh! Olvidalo! Habla rápido, tengo cosas mejores que hacer

- Estoy embarazada...

- Ajá, felicidades. Y luego?

- Tú eres el papá! Tienes que hacerte cargo de tu hijo... - dijo cínicamente -

Solté una carcajada al escuchar esa estupidez - te diré una cosa, no sé con cuantos más te metiste pero ese bastardo no es mío - dije muy frío

- Y como estas tan seguro?! Es tuyo!

- Presentate en mi oficina a las 12:00

Habiendo dicho eso corte la llamada y le entregué el teléfono a Nathan

- Esto será algo divertido - dije con diversión - te veo luego, Nathan.

- Bien, maneja con cuidado

Subí al auto y comencé a conducir hacia la empresa y en el camino hice una llamada

- Hey! Que tal, viejo? Necesito que hagas un trabajo. Te enviaré los detalles en un momento - solté una leve risa

Mi Luz Al Final Del Túnel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora