Estamos muertos |Gwi Nam| (Cancelada)

Capítulo 2.

Fui al centro de almuerzo, así había apodado al sitio.

Yo caminaba pero todos me veían con odio, y si había algún sitio solo ellos o ellas ponían sus libros o algo así.

—¡Oye Tammy, ven aquí!—Gritó Gyeong, yo sonreí yendo con mi comida hacia el.

Pero alguien había puesto su pie para que tropiece, toda mi comida me cayó en mi ropa..

—Pero que imbecil—Decía una chica con burla.

Gyeong rápidamente fue hacia mi a ayudarme a levantar—Oye tranquila, si quieres te acompaño baño y te presto mi camisa, igual tengo otra de reouesto—Yo asentí cabizbaja.

No entendía porque todo me sucedía a mi, no les habia hecho nada malo, simplemente quiero hacer amigos.

Dirigí mi mirada hacia la mesa donde Gwi Nam y sus amigos estaban, el al verme me veía fulminante, solo bajé la mirada con miedo. No quería que me volvieran a hacer daño.

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Mi hermana ya había venido por mi y ya estábamos en camino a casa, pero ella vio que me había cambiado de camisa.

Al llegar fui rápidamente a mi habitación, me acosté en mi cama para sollozar.

—¿Me dirás que te sucede?—Se escucho atrás de la puerta, es mi hermana.

—N-No me sucede nada Yosu—Dije limpiando mis lágrimas.

Mi hermana entró a mi habitación—No me mientas, ¿Te volvieron a molestar?—Dijo.

Yo negué—No.., solo, es solo que no me siento cómoda—Dije.

—Y de nuevo estas mintiendo—Dijo.

——Yosu, hay algunas cosas que no puedo decir, perdoname—Dije sollozando.

—¿Te hicieron algo?—Dijo asustada.

Yo negué—No—Dije.

—Yo.., no soy muy buena hermana, siempre te tengo descuidada y lo siento, pero si te llega a pasar algo no dudes en decirme. Nunca calles, yo siempre estaré para ti—Dijo abrazándome.

"No le digas nada de esto a nadie"

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Otro día más, un dia bueno para quitarse la vida.

—¡Tammy, Levántate!—Grito mi hermana desde la planta baja.

Yo bufé yendo a a darme un baño rápido, fui hacia mi armario y me puse mi aburrido uniforme.

Fui a la planta baja y allí me encontré con mi abuelita y mi hermana.

—Hasta que te levantaste, dormilona—Me dijo con una sonrisa.

—Buenos días para a ti también—Dije con sarcasmo.

—Ya niñas, dejen su sarcasmo y a desayunar—Dijo mi abuela agarrando dos tocinos.

—Yo quiero cuatro, por favor—Dije.

—Levantaste tu apetito—Dijo.

Yo asentí con una sonrisa, eso es lo único con lo que se me quitaba todo mi maldito estrés.

Comí mis tocino con dos panes y mi jugo—Ya que terminaste vámonos—Dijo.

Yo asentí despidiendome de la abuela.

Fui al gran auto de mi hermana.

—Hermana, esta vez no te traeré a casa—Dijo.

Yo simplemente asentí—Niña se habla—Dijo.