II//Alpha

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Capítulo 2// Alfa.

Su omega estaba inquieto desde que lo vio, algo en él se desadormeció y lo dejó anonadado, la intensidad de todos los sentimientos juntos lo aturdieron de manera injusta y desprevenida.

¿Lo habrá sentido también? Se preguntó.

Sin querer torturar más a su mente suspiró con fuerza y volvió a su forma humana, sintiendo el frío adherirse a su piel tomó rápidamente la ropa y se la puso.

Amando lo calientitas que se sentían alrededor de él.

Mordió su labio con nerviosismo, su mano envolvió la manija de la puerta y la abrió, mostrándose de nuevo a sí mismo el gran pasillo con ventanales que daban a la sala y a un jardín trasero.

Caminó de nuevo hacia donde supone —y espera que sea así— queda la cocina.

Lo que se encuentra no aportó nada bueno a su confusa mente.

El alfa estaba haciendo o calentando una sopa de verduras mientras cantaba "Hell", haciendo movimientos extraños con la espátula y sus caderas meneándose de un lado a otro al ritmo rápido de la canción.

Su encanto duró poco.

El alfa volteó rápidamente para sacar platos de la alacena, encontrándose con el omega parado en el marco de la puerta.

Si en su forma de lobo ya lo había catalogado como "el omega más hermoso del planeta" no sabía cómo denominarlo ahora en su forma de humano.

Era simplemente, magnífico.

Maravilloso.

La espátula cayó al instante en que sus ojos chocaron, el alfa boqueó para hablar pero nada parecía salir de su boca, tan solo vagos tartamudeos nerviosos, tratando de que no se le note cuán afectado lo dejó la belleza del omega.

—Hola.

Y ahí fue cuando Harry murió definitivamente.

Alguien tráigale el ataúd al pobre, ahorita se nos va.

Su voz era suave, como si estuviera hecha de terciopelo ¿Él acaba de saludarlo? ¿A él?

—Jesús, José, María y los animalitos del pesebre—susurró plasmado.

—¿Todo bien?

Vamos, reacciona, nos estás dejando en ridículo.

¡Harry!

—H-hola—respondió de inmediato, agachándose para recoger la espátula—soy Harry ¿te lo dije ya?

Louis sonrió y vamos, esto no puede estar pasando.

Ten piedad de nosotros, omega.

—Si, lo dijiste allá afuera, soy Louis, gracias por dejar que me quede esta noche aquí, ha sido muy amable de tu parte.

—¡Oh! No te preocupes Louis, siempre es bueno ayudar, uhm ¿te apetece un poco de sopa? Es de la tarde pero te aseguro que está muy rica.

Shall we look at the moon, my little sun?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora