Capítulo 5// ¿Monotonía?
El choque de la suela del zapato contra el piso de cerámica se hacía escuchar insistentemente dentro de la gran oficina, las gotas en las ventanas dificultaban la vista hacia las calles de la ciudad y una vez más se sentía solo. La falta de sonido nunca había sido un problema para él.
Con el paso de los años supo que probablemente tendría que estar solo por mucho tiempo.
Muchísimo, para ser sincero.
Así que se fue adaptando al ruido que el silencio causaba. Pero ahora que ha pasado un mes desde que Louis llegó a casa no se imagina a si mismo solo otra vez, él y su alfa se han acostumbrado al hecho de llegar y encontrar al omega descansando en el sillón y entonces, solo entonces, poder sentirse en paz.
Por su bien desea creer que se debe a que su monótona vida se acabó desde que Louis convivió con él, quiere decir, el omega lo ha sacado de su aburrida rutina y tal vez eso lo ha pegado a él, tal vez solo es un sentimiento de agradecimiento mutuo y todo lo que cree que siente es un simple afecto amistoso ¿Verdad? Puede tomar esa idea como un escape a todo lo que su lobo dice, porque es muy ridículo si se lo preguntan.
¿Aún piensas de él?
—Si, solo... no sé qué pasa, no encuentro excusa para no quererlo cerca de mi.
Sabemos muy bien el porqué, ya no está en nuestras manos, no se nos permite alejarnos de Louis ahora, a menos que quieras morir.
—¿De qué-?
Es nuestro destinado, Harry.
—No quiero presionarlo, él probablemente solo siente aprecio por mi y puede que yo por él. Además, aún no hay un lazo, si nos alejamos no va a pasar absolutamente nada.
Tenemos un lazo espiritual, Madre Luna nos ha enlazado el primer día en que lo vimos, por eso tenemos la necesidad de estar junto a él.
—Deja de decir tonterías, eso no existe.
Claro que si Harry, yo y su lobo-
—¡Harry, cariño ya llegué!
—¿Mamá? ¿Qué haces aquí?
Harry dirigió su confundida mirada hacia la mujer que entraba por la puerta de su oficina, con un bolso extremadamente grande y un vestido floreado que hacía que luciera como si tuviera 30 de nuevo, siempre se asombra por el gran parecido entre Gemma y Anne.
—Hoy llegamos del viaje con tu padre, iba a venir él también pero estaba muy cansado—explicó quitándose las gafas de sol—¿Cómo está mi cachorro?
¿Por qué siquiera estaba en vestido y con gafas de sol cuando ni siquiera había sol allá afuera?
Lo agarró por los cachetes, besando su frente y sus párpados repetidas veces, haciendo que Harry se sonroje y su lobo empiece a mover su colita, emocionado por volver a ver a su madre después de tanto tiempo.
—Mamá, ya basta, tengo 22 no 12, ya no soy un cachorro.
—Para mi siempre serás mi cachorrito, vamos cuéntale a tu madre que hiciste todos estos tres meses.
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Shall we look at the moon, my little sun?
Sonstiges-¿Deberíamos ver la luna, mi pequeño sol? La luna escogió una manera singular de cruzar ambos caminos, al parecer. [O dónde Louis se queda sin hogar a finales de diciembre y encuentra a un Alfa que acepta acogerlo en su casa]