Desde la cena en la casa de Lisa, MinHo estaba más pendiente de Jennie, seguramente porque sospechaba de un supuesto engaño, la pelicastaña no quería eso. Al contrario, quería que su relación vuelva a lo de antes, con más sexo, pero lo de antes, así que cada vez que el rubio le mandaba mensajes los contestaba enseguida e ignoraba los de Lisa, excepto cuando estos se trataban de una fotografía de su polla, a esos no podía resistirse. Aparte de los mensajes, MinHo también había estado yendo más seguido a su departamento, pasaron la noche juntos casi todas las noches desde hace una semana, aunque en la mayoría de éstas, solo dormían acurrucados, pero hubo algunas excepciones en las que tuvieron sexo, los juegos previos habían sido mucho y hasta probaron en dos ocasiones con juguetes sexuales, fueron las únicas veces que lograron que la pelicastaña se corriera.
Jennie estaba harta de tener que esforzarse para siquiera fingir un orgasmo, aunque no entendía del todo porque lo hacía, porque podría terminar con MinHo y listo, problema resuelto.
Pero sus pensamientos y sentimientos estaban en contra de ello, sus pensamientos se lo impedían, porque constantemente recordaba que MinHo era la primera persona por la que sentía un poco más que atracción sexual, mucho más que eso, ya que no sentía nada sexual por el rubio, pero sentía muchas cosas por él aparte de eso. El chico le gustaba del todo, era tierno y cariñoso con ella, divertido, pero con un humor sano, no es de esos tipos que se burlan de otros, él no necesita eso, es divertido hasta con cualquier estupidez que diga.
Tal vez eso era su karma, pensó, removiéndose en los brazos de su novio y acomodándose mejor en la cama, estaba enamorada de alguien de quien no sentía una pizca de atracción sexual, pero sentía toda la atracción sexual por una persona de la que no estaba enamorada, refiriéndose a Lisa, aunque no estaba muy segura de que eso sea cierto. A ella definitivamente le gustaba un poco Lisa. Soltó un suspiro contenido y sintió a MinHo moverse un poco detrás suyo.
─ ¿Qué pasa, mi amor? ─ le preguntó curioso el chico.
─ Nada, pensaba en el trabajo ─ le contestó de vuelta con una mentira.
MinHo rió suave y besó la parte trasera de su cuello. ─ Creo que deberías pensarlo menos frustrada porque en unos minutos tienes que levantarte para ir, si es que quieres ducharte, sino puedes quedarte un poco más en la cama conmigo ─ murmuró, y como para mostrar lo que sería si se quedase, la abrazó con más fuerza, tirando de su cuerpo más cerca. Jennie sonrió, aunque su sonrisa desapareció rápidamente de su rostro cuando sintió la minúscula erección de su novio presionarse contra ella.
Definitivamente el trabajo sería frustrante, frustrante porque recordaría el minúsculo pene de su novio toda la mañana gracias al recordatorio de éste que apenas se apoyaba contra su culo.
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El resto de la mañana no fue tan lenta y deprimente como Jennie pensó que sería, en el trabajo todo había sido diferente a lo que pensaba, la habían llamado sus jefes para decirle que su trabajo con un caso que les estaba dando varios quebraderos de cabeza había sido genial y que el cliente había quedado absuelto de todos los cargos, por lo que no podía estar más feliz. Si seguía así podría conseguir un buen aumento.
Su mañana fue todo sonrisas hasta que llegó la hora del almuerzo y un mensaje de MinHo, sacó su móvil de su bolsillo y revisó sus mensajes.
De: MinHo
"Te recogeré del trabajo en la hora de tu descanso para el almuerzo, recuerda comer algo antes :)"
Jennie estaba por contestar con un "está bien, bebé" siendo totalmente automático, cuando se preguntó mentalmente, con el ceño fruncido, por qué mierda MinHo tendría que recogerla, por eso, en cambio, le mandó un: "¿Recogerme para qué? ¿A dónde iremos?", mientras se dirigía al pequeño bar del bufete para comprarse algo, así como su novio se lo había pedido.
La respuesta le llegó unos minutos más tarde, cuando Jennie ya estaba al principio de la fila en donde podía pedir su comida. Sacó su celular de su bolsillo y luego de deslizar rápido sus dedos por la pantalla de éste, vio la respuesta de MinHo.
De: MinHo.
"A la sesión de terapia en pareja con Lalisa, tontita olvidadiza"
Jennie le sonrió a la pantalla por el apodo cariñoso que su novio había usado y puso todo su empeño en no pensar en la pelinegra y MinHo en la misma habitación, y en posiblemente, Lisa humillándola o Lisa bromeando sobre su novio.
[ღ]
Llegaron con unos minutos de anticipación a la clínica en la que Lisa trabajaba, así que tuvieron que esperar en la sala de espera, Jennie estaba ligeramente incómoda por la presencia de la secretaria de su psicóloga en la habitación, no era como si ella le estaba prestando atención ahora mismo, pero solo que estuviera ahí le incomodaba y con mucha razón.
Varios minutos después, la pelinaranja con voz suave les dijo amablemente que podían pasar, y fue ahí cuando notó la presencia de Jennie, la miró con una expresión de inconfundible desprecio. Y Jennie bajó la mirada, incómoda. MinHo gruñó con disgusto y murmuró un "¿Qué problema tiene?" mientras entraban donde le habían indicado.
Esta vez en el consultorio de Lisa había dos sillas antes del escritorio, éste estaba un poco más desordenado que la última vez que lo vio. Lisa les sonrió cuando notó que entraron, Jennie podía decir que esa sonrisa era incómoda y un poco fingida, sus lentes por delante de sus ojos la hacían lucir más sexy que cualquier otro día normal. Ambos la saludaron y se sentaron en las sillas azules acolchonadas que había frente a la pelinegra.
Sorprendiendo a Jennie, toda la sesión estuvo bien, Lisa no hizo ningún comentario sarcástico o burlesco cuando MinHo hablaba, a excepción a una mueca de disgusto cuando MinHo contó como su vida sexual ha estado mejorando estos días, Jennie se había encogido en su asiento y Lisa la había mirado por unos segundos con los ojos entrecerrados. Sin embargo, evitando eso, había ido mejor de lo que pensaba y la tailandesa había sido muy madura o eso pensaba hasta que MinHo se fue de la habitación por unos minutos excusándose por una llamada importante del trabajo, Jennie le asintió y le correspondió con gusto el beso. Lisa no habló cuando MinHo se fue, en su lugar, se dedicó a escribir en una hoja. Jennie no creyó que era malo hasta que la pelinegra lo levantó y se lo mostró, haciendo que Jennie se arrepintiera de todo lo que pensó sobre ella en esa noche.
En la hoja decía claramente: "Te castigaré si sigues ignorándome como lo has hecho en esta semana", al lado de la frase había un pequeño intento de una vagina dibujada y una frase más con letra chica que decía: "ella sufrirá las consecuencias"
Jennie abrió la boca para contestar, pero justo en ese momento la puerta se abrió y MinHo entró por ella, Lisa bajó rápidamente el papel, Jennie creyó que el rubio había llegado a ver lo que decía o por lo menos a ver lo que había dibujado en la hoja. Lo confirmó con la fría y molesta actitud que tuvo MinHo por el resto del tiempo que duró la sesión.
[ღ]
Cuando llegaron a la casa de Jennie esa noche, horas más tarde de irse de la clínica donde trabajaba Lalisa, MinHo folló a Jennie contra el colchón. Fue hambriento, rudo, brusco, desesperado y duro... o lo más duro que su pequeño pene se lo permitió. Jennie no se corrió y ni siquiera lo disfrutó, MinHo pensó que fue porque tuvo miedo, o que sintió algo similar, por la ruda forma en la que él la trató, pero definitivamente no fue por eso.
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faltan pocos capítulos para el final de la historia:(
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A short penis ━━ Jenlisa
Fanfic❝¿Por qué tiene que tener un pene pequeño?, él de verdad me gusta.❞ El novio de Jennie tiene un pene chico; ella no quiere acabar su relación por ello, pero tampoco puede tener sexo y eso la está volviendo loca. Comienza a ir a una psicóloga; Lisa...