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Finalmente, las clases habían terminado y todos los estudiantes estaban aliviados de que el día llegara a su fin

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Finalmente, las clases habían terminado y todos los estudiantes estaban aliviados de que el día llegara a su fin.

Era agotador para todos. Pero Sunoo tenía un motivo especial para estar ansioso por salir de la escuela. No era solo por el agotamiento, sino porque estaba emocionado por reunirse con Riki y ver a los gatitos juntos.

Con entusiasmo, guardó rápidamente sus libros y cuadernos en su mochila y se apresuró hacia la salida del instituto, donde había acordado encontrarse con el rubio.

La emoción brillaba en sus ojos mientras imaginaba la ternura de los pequeños gatitos y la alegría que sentiría al compartir ese momento con su amigo.

En eso, Jake interrumpió sus pensamientos.

—Oye, Sunoo, ¿no planeas visitar a tu amigo, Ni-Ki? —preguntó con curiosidad.

Sunoo se detuvo un momento, reflexionando sobre la pregunta. Los ojos de sus amigos estaban fijos en él, esperando una respuesta.

—No, lo veré en otro momento. Además, nos vimos ayer —respondió, tratando de ocultar sus nervios. Una ligera sonrisa nerviosa apareció en su rostro.

Jungwon, quien estaba cerca, parecía intrigado y decidió unirse a la conversación. Su mirada aguda buscaba señales en el rostro de Sunoo.

—¿Vas a ir con Riki? —preguntó Jungwon con una sonrisa, sus cejas alzadas en expectación.

Sunoo asintió, dejando lo que estaba haciendo para mirar a sus amigos, sintiendo una mezcla de emoción y un poco de inquietud. La emoción brillaba en sus ojos, pero su nerviosismo no pasaba desapercibido.

—Sí, iremos juntos. ¿Tienen algún plan ustedes dos también? —dijo, intentando que su voz sonara tranquila, aunque sus amigos notaron la leve temblor en su voz.

—Sí, iré a la casa de Jungwon. Así que cuando termines con tu cita, únete a nosotros en casa —bromeó Jake con una sonrisa, mientras lanzaba una mirada cómplice a Jungwon.

—No es una cita... solo acepté porque quiero ver a los gatitos —bufó Sunoo, tratando de ocultar su sonrojo.

—Era una broma. Bueno, te deseamos lo mejor. Cuéntanos cómo te va cuando vuelvas —Jake soltó una risa y salió del salón, seguido de Jungwon, ambos con expresiones de diversión en sus rostros mientras dejaban a Sunoo con sus emociones encontradas.

Sunoo negó con la cabeza mientras continuaba con calma guardando sus cosas en la mochila, ajeno al hecho de que Riki lo esperaba apoyado en el marco de la puerta, observándolo con una sonrisa. Sus movimientos eran metódicos, pero su mente comenzaba a inquietarse al notar la presencia de Riki.

El salón estaba completamente vacío, y el corazón de Sunoo comenzó a latir más rápido al ver a Riki allí, de pie, con una sonrisa traviesa que iluminaba su rostro.

Grape Boy ୨୧ SunkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora