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Al día siguiente

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Al día siguiente


Sunoo, lleno de emoción por la noticia que había recibido esa mañana, se apresuró hacia el instituto con la intención de buscar a Riki y compartirle la novedad.

Cuando Sunoo divisó a Riki caminando rápidamente, su rostro se iluminó con una amplia sonrisa, y corrió hacia él para alcanzarlo.

—¡Riki! ¡Espera! — exclamó emocionado, agitando las manos para llamar su atención.

Riki, deteniéndose en seco, hizo que Sunoo chocara contra su espalda.

—Auch...

—¿E-estás bien? Lo siento... —colocó sus manos en el rostro de Sunoo, verificando si se había lastimado, con una preocupación evidente en su voz.

Sunoo sintió cómo el rubor ascendía a sus mejillas al sentir el cálido contacto de las manos de Riki en su rostro.

—E-estoy bien, no te preocupes... —respondió, mirando a Riki con gratitud.

—¿Seguro?

Sunoo asintió, aún sonriente.

—Sí...

Finalmente, Riki esbozó una sonrisa y preguntó.

—Bien, ¿qué ibas a decirme? :

—¡Cierto! —exclamó emocionado, con brillo en sus ojos.

—¿Y qué es?

—La noticia te va a encantar —sonrió con amplitud.

—Oh, vamos, no me hagas esperar, pequeño. Dime. —sonrió de lado, mostrando su curiosidad.

—¡Ya! Tú y tus bromas... —bufó Sunoo, con una expresión divertida, acompañando sus palabras con una risa juguetona.

Riki rió de forma juguetona.

—¿Cuál broma? Bueno, continúa.

—Una chica acaba de llamar interesada en adoptar a los gatitos. ¡Quiere llevarlos a casa!

Riki abrió los ojos sorprendido.

—¿De verdad está sucediendo esto? No puedo creerlo, ¿no es una broma?

Sunoo quedó confundido por la reacción de Riki.

—¿De qué hablas? Yo no hago bromas. Así que le dije que después de clases podríamos llevarlos hacia ella. —explicó con seriedad.

Grape Boy ୨୧ SunkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora