𓏲 🍯﹕16 ˒˒

647 87 6
                                    

JeongHan no lograba recordar cómo había sido aquel día en la casa de los ancianos, puesto que se había dormido la mayor parte del tiempo, pero al ver la nota de evaluación que le hizo Joshua se sentía extraño, ¿Él había hecho casi todo? Quitando e...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


JeongHan no lograba recordar cómo había sido aquel día en la casa de los ancianos, puesto que se había dormido la mayor parte del tiempo, pero al ver la nota de evaluación que le hizo Joshua se sentía extraño, ¿Él había hecho casi todo? Quitando el hecho de estar medio despierto, no lo recordaba. El único recuerdo que permanecía en su memoria era el de él mismo durmiendo en el regazo de Joshua Hong.

Aunque el pelinegro le confirmara mil veces, él sentía que algo no cuadraba. Cuando fue a investigar con los amigos del chico, descubrió que la historia era otra: Joshua había hecho todo, dejándolo descansar sin intenciones de levantarlo. Le pareció un lindo gesto, pero aún así no evitó sentirse culpable.

Se acercó a la mesa donde se encontraba sentado con sus amigos, aquella mesa de piedra bajo el árbol donde siempre se reunían. Les sonrió a todos y miró a Joshua, quien le devolvía la mirada extraño.

─ ¿Qué es eso? ─preguntó curioso, mirando la pequeña cajita que el pelirrubio llevaba en manos.

JeongHan sonrió- Son para ti, por cubrirme el otro día en el asilo de ancianos. -le tendió la caja sin quitar la sonrisa de su rostro sonrojado.

Joshua lo miró sin entender, pero acabó aceptando la caja porque, sea lo sea, era gratis. Sus amigos lo miraron impacientes por saber qué era, incluso JeongHan se sentía extrañamente emocionado y nervioso, no sabía cómo reaccionaría Joshua por lo que la sola idea de que pudiese disgustarle, le causaba miedo.

Abrió la caja, dejando al descubierto cuatro filas de cinco chocolates de dos tonos. Blancos y negros, incluso algunos tenían nueces y otras chispas de chocolate encima, sus ojos se abrieron con sorpresa, admirando la obra de arte en aquella majestuosa caja.

─ ¡Chocolates! ─exclamó Hansol emocionado, estirando el brazo para agarrar uno, pero Joshua le dio un manotazo─ ¡Oye! ¡Grosero!

JeongHan rió.

─ Me lo dieron a mí, ¿Acaso tú te llamas Joshua Hong? ─lo miró serio.

─ Vamos gentleman, él sólo quería probar uno. ─dijo SeungCheol, luego miró a JeongHan─ ¿Cómo puedes darle cosas a este egoísta?

Volvió a reír─ La próxima vez traeré para todos, lo siento. ─se inclinó ante ellos, mirándolos con pena.

SeungCheol se avergonzó de inmediato- Ah, no, no. -negó repetidas veces- Sólo bromeaba, no es necesario.

─ Pero sería injusto que sólo Joshua reciba chocolates, lo mejor sería que ustedes también tengan algunos.

Hansol y SeungCheol intercambiaron miradas con sus mejillas levemente sonrojadas- Tan lindo. -sus voces combinaron.

─ Sí, sí, como sea. ─intervino Joshua─ Gracias, JeongHan.

El pelirrubio sonrió ampliamente, mostrando sus dientes y ocultando sus ojos. Se inclinó una última vez antes de alejarse hasta la mesa donde sus amigos estaban.

Caminaba de regreso a casa a altas horas de la madrugada, pues apenas había salido del trabajo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Caminaba de regreso a casa a altas horas de la madrugada, pues apenas había salido del trabajo. Se sentía tan agotado física y mentalmente que podría morir. Claro, figurativamente ya que estaba sano, sólo que entre la escuela y sus dos trabajos de medio tiempo se sentía como un verdadero zombie andante.

Como las luces de un árbol de navidad, explotando una por una.

Bostezó, limpiando las pequeñas lágrimas que se le escaparon, rascando su cabeza y apretando los ojos para que no le picaran más. Vio a lo lejos una silueta con capucha caminar de una manera extraña, como si estuviera borracho. JeongHan la observó sin poder evitarlo, viendo que se detenía y entonces caía, corrió hacia esa persona, hincándose para mirarle la cara.

─ ¿Estás bien? ─preguntó, buscando su rostro.

La persona levantó la vista, dejando el rostro de una chica medio consciente.

─ S-Sí... ─intentó levantarse, pero volvería a caer sino fuera por los brazos de JeongHan.

─ No creo que estés bien. ─le dijo pasando su brazo por sus hombros y sujetándola de su cintura─ ¿Dónde vives? Te llevaré a casa.

La chica no dijo nada más que la dirección de su hogar, el cual no estaba muy lejos, se dejó ayudar por JeongHan hasta que unas cuadras después se encontraban frente a una bonita casa amarilla de un piso. La llevó hasta la puerta, donde ella se soltó y sacó unas llaves de los bolsillos de su pantalón.

─ ¿Por qué me ayudaste? ─su voz sonó molesta.

─ Me gusta ayudar. ─se encogió de hombros─ ¿Hice mal?

La chica lo miró seria─ Pudiste haber seguido tu camino y dejarme morir.

─ No vas a morir, ¿Cierto?

Ella negó─ Gracias de igual modo.

Estaba por entrar, hasta que su voz la interrumpió.

─ Por cierto, soy JeongHan.

─ Ryujin. ─dijo sin mirarlo, cerrando la puerta detrás de ella.

Ryujin.

Ella era bonita.

Aunque su nombre era difícil de pronunciar.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
ᨳㅤֶ֢ ㅤ۫  𝐒𝐰𝐞𝐞𝐭𝐢𝐞  ᵎDonde viven las historias. Descúbrelo ahora