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El viernes había llegado y con eso la visita a la casa de ancianos de Seúl. Decir que Joshua estaba emocionado de estar junto a muchas personas mayores que olían a ese particular aroma de abuelitos combinados con cientos de medicamentos, a los cuales había que cuidar como niños, era mentir. Porque no, Joshua no estaba emocionado, pero tampoco estaba disgustado, ese día sólo quería dormir un poco para descansar de la semana agotadora que había pasado.

Se encontraba sentado junto a Hansol en los asientos del autobús que los llevaba junto a sus compañeros de mismo grado hacia aquel lugar. Sus audífonos estaban en sus oídos y la música fluía por los cables hasta llegar a ellos, miraba por la ventana aburrido, viendo a los coches pasar, su autobús se detuvo y otro también lo hizo a su lado, donde transportaba a chicos de su misma escuela de grado inferior.

Casualmente JeongHan estaba en la ventana de frente a él.

El ahora pelirrubio no hacía nada, sólo tenía apoyada su cabeza en la ventana, con los ojos cerrados y audífonos puestos, profundamente dormido. El ruido de su autobús era mucho más fuerte que en el que él iba, los compañeros de JeongHan cantaban, reían e incluso bailaban eufóricos. Quizás JeongHan debía estar demasiado cansado para dormir con todo ese ruido.

Lo miró fijo, viendo su pecho subir y bajar tranquilamente, con sus cabellos rubios sacudirse ligeramente y sus labios entrabiertos. Se veía tan calmado, tan pacífico que incluso le pareció tierno, pero entonces el autobús se movió privándolo de la vista, para luego el suyo seguir su camino.

─ Qué lindo se ve Cheonsa durmiendo, ¿Verdad?

Joshua dirigió su mirada a Hansol, quien le sonreía con ambas cejas alzadas. Quitó sus audífonos, fingiendo no haberlo escuchado cuando claramente lo hizo.

─ ¿Eh?

─ Que ya llegamos.

El autobús se detuvo, abriendo sus puertas y dejándolos salir. Salieron en orden, formándose cerca de su profesor a cargo. Joshua fue el último en salir, siendo lo primero en notar el letrero en el césped que decía el nombre de aquel lugar. Buscó entre las cabezas una en especial, sin saber porqué realmente.

─ Jóvenes, pongan atención. ─el profesor llamó─ Tendrán que escoger a un compañero de un grado inferior o superior, no importa quién sea. Esto es para que la evaluación que ustedes harán a de sus compañeros sea más justo, ¿Estamos de acuerdo? ─todos afirmaron en coro─ Bien, busquen un compañero y entren en orden.

Todos se revolvieron. Joshua miró a Hansol llamar a SeungKwan de forma cariñosa, siendo correspondido por una risa y mejillas teñidas. Todos empezaban a tener parejas, menos él, lo cual no lo sorprendía, pues no conocía a casi nadie de otros grados, pero igual ofendía, ¿Por qué no querían acercarse?

Lo cierto era que un par de chicos estuvieron a punto de hacerlo, pero al ver la mirada helada que tenían decidieron no hacerlo, él podía intimidar.

─ Joshua... ─una voz somnolienta lo llamó.

Giró la cabeza, mirando a un pelirrubio tallar su ojos izquierdo y cubrir un bostezo. JeongHan le sonrió adormilado.

─ ¿No tiene a nadie?

─ Sí, claro, está aquí, ¿Lo ves? ─apuntó a la nada con sarcasmo.

JeongHan rió somnoliento─ ¿Quisieras estar conmigo? Lo cierto es que a penas me levanté y ya todos tenían pareja, ¿Qué dices?

Joshua lo miró bostezar nuevamente, tallando sus ojos y dándose palmaditas en ambas mejillas para despertar completamente. Pensó que en ese estado sólo causaría problemas.

─ No tengo opción.

Pero aún así aceptó.