N° 19

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cuando llegaron a la casa de t/n Uzui la acompaño un buen rato, hasta que se hizo ya de noche.

luego de eso ella se puso a revisar las fotos que tenía guardadas con Kyojuro.

lloro al verlas y al recordar todo lo que vivieron.

"estúpido, estúpido, maldito mentiroso, te odio" lo maldijo en su cabeza

se quedó dormida después de un rato. A la mañana siguiente apago su alarma y siguió durmiendo

a las ocho de la mañana su madre abrió su puerta -t/n, cariño, llegaras tarde a clase- se sentó en la cama de la chica

- ¿Qué pasa amor? - acaricio su cabeza con suavidad.

la otra se removió un poco y abrió sus ojos con pereza 

-perdón mama, no me siento muy bien. ¿Podría faltar hoy a clases? - la mujer vio con pesar su hija, si parecía enferma.

-esta bien cariño, descansa un poco te traeré medicina. si quieres puedo pedir un turno libre en el trabajo para cuidarte- la de ojos rosados se sentó rápidamente

-no hace falta mama, solo necesito descansar, además Uzui vendrá a cuidarme después del instituto- no quería ser una molestia para su madre

- ¿estas segura? no quiero que empeores- la chica asintió

-después de tomar la medicina mejorare rápidamente- su madre sonrió

-está bien cariño, entonces en un rato llamare a Uzui- volvió a asentir

su madre salió de su cuarto y ella se escondió entre sus cobijas, le dolía la cabeza, no mucho pero aun así no quería ir a clases y tener que ver al rubio y a la pelinegra esa, quería organizar bien sus ideas antes.

una hora después su mama ya se había ido y ella se había tomado su medicina.

cómo no tenía sueño, decidió organizar la casa mientras escuchaba música y luego tomo un baño largo.

Se aseguró de evitar las canciones tristes para no deprimirse

Quería ocuparse en cualquier cosa, ya que si se daba tiempo para pensar se sentiría mal

Termino todo lo que había por hacer

eran las 3 de la tarde, tenía hambre y cero ganas de cocinar. seguro las clases acababan de terminar. llamo a Uzui

- ¿aló? ¿t/n? - pregunto mientras caminaba por el pasillo del tercer piso.

un rubio chismoso se percató de eso y decidió seguirlo a una distancia prudente para poder escuchar sin ser descubierto

-hola Uzui, ¿estas ocupado? - el tono de voz de la chica era muy bajo

-para ti nunca estoy ocupado, cariño- ella rio desde su casa

-quería saber si mi mama al final te pidió que vinieras- sabía que su madre podía ser algo olvidadiza

-sí, lo hizo esta mañana- al de ojos rojos se le había olvidado, aunque igual iba a ir a ver a la menor

- ¿pero hoy en el club de atletismo no entrenan? eres el líder- umm... eso era verdad

-no te preocupes, ya arreglé eso. t/n eres más importante que un entrenamiento- ella sonrió, le gustaba cuando él decía su nombre

-entonces yo... ¿podrías comprar comida cuando vengas? yo te pagare cuando estes aquí- no había comido nada en todo el día y su estómago empezaba a reprochárselo.

el albino rio fuerte y eso avergonzó aún más a la castaña

- ¡está bien! comprare tu favorito antes de pasar por tu casa- el rubio que estaba escuchando frunció el ceño.

RelacionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora