N° 1

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El rubio estaba seguro de que la chica no había salido del edificio, así que aun debía de estar dentro, la había buscado en el área deportiva y no estaba, en el primer piso y tampoco

ya solo quedaban los salones de los clubs en el tercer piso y los salones de segundo

Como ella estaba en primero dudaba que estuviera en el segundo piso

Iba subiendo por las escaleras cuando la volvió a llamar

Escucho un teléfono sonar a lo largo de todo el solitario pasillo así que decidió seguirlo

La canción con tonos graves y palabras groseras en ingles era el tono de llamada de ella, lo reconocía a la perfección

Se acercó en silencio

- ¿De nuevo te está llamando, segura que no son algo más? es demasiado insistente- le dijo el pelinegro que era el líder del club de arte

-naaaaah, el me ve como a otro chico por alguna razón, solo debe estar buscando unos papeles, no te preocupes- le respondió la fémina que llevaba buscando tanto rato. El rubio frunció el ceño ante las palabras de esta.

Con cuidado se acercó a la puerta y la abrió un poco para poder ver adentro del salón

Cuando al fin tuvo una imagen de lo que ocurría adentro abrió sus ojos al mismo tiempo que casi se cae hacia atrás

Su tan preciada amiga estaba sentada sobre la mesa del profesor de la clase y se encontraba besándose con el pelinegro. Este a su vez manoseaba los muslos de la otra y la ropa de ambos estaba desordenada.

¿Qué estaba pasando? ¿era esa su amiga? pero era imposible no? Kanroji le conto que ella era lesbiana y por esa misma razón el rubio dejo de internar conquistarla

Llegaron de la nada a su mente los recuerdos de los incontables coqueteos que ella tuvo hacia su persona, Kyojuro los había interpretado como amabilidad

También recordó todas las veces en que ella y el pelinegro coquetearon enfrente suyo ¿acaso no era amabilidad? Estaba en trance

De repente se sentía un poco enojado, pero a la vez se sentía apenado por ver a la chica en una posición tan comprometedora

-Ese rubio tonto ya me tiene cansado, siempre está detrás tuyo- volvió a hablar el muchacho desde la habitación a la vez que desabrochaba la camisa de t/n

-No le digas así, el me ve como una hermana, solo está siendo amable- el pelinegro rio

-sino estuviera saliendo con esa tonta peli rosa, juraría que está enamorado de ti- volvieron a besarse

-Piensas demasiado las cosas- le restó importancia mientras zafaba el cinturón del pelinegro -También ese tonto de tercer año, el de cabello blanco, me molesta muchísimo que estés cerca de el a cada rato-

ahora la chica soltó una carcajada -creo que estas malentendiendo las cosas cariño- jalo la corbata del contrario y acerco sus caras

-tú y yo no somos nada, recuerdas? solo nos estamos divirtiendo, no quiero que arruines todo con una escenita de celos- él frunció el ceño. Ahora las manos de la chica estaban jugando con el miembro del mismo por encima de la tela

Lo hacía de manera suave, algo torpe, pero aún así era muy estimulante

-Solo quiero que la pasemos bien juntos- volvió a hablar esta vez con una voz tierna -realmente eres precioso...- acaricio la mejilla del pelinegro con una mano en un gesto tierno

-.... me gusta muchísimo tu apariencia- el otro se lanzó al cuello de la chica haciéndola gemir -a mí la tuya- dijo mientras dejaba besos y chupetones en la piel tersa de la fémina

-es espera Hotaru- intento apartarlo un poco -Tienes condones? - pregunto aun con la respiración agitada -por supuesto- empezó a buscar los mismos en su bolsillo mientras la otra le desabrochaba su camisa

El rubio había tenido suficiente. Tenía muchísimas preguntas en mente, pero las haría después. Ahora tenía que inventar una estrategia antes de que su amiga hiciera algo no debido en presencia suya

Se apartó un poco de la puerta y volvió a llamar al celular de la de pelo largo, espero cerca de un minuto luego camino y abrió la puerta de forma rápida -t/n, te estaba buscando- dijo con una sonrisa

Alcanzo a ver como los otros se estaban besando y luego de eso fingió sorpresa -Disculpen ¿interrumpo algo? - la menor paso colores y rápidamente se cubrió el pecho

-Rengoku-san! - empezó a acomodar su uniforme rápidamente - ¿Qué hace aquí? - se puso de pie y acomodo su falda ante la atenta mirada de los dos hombres -quedaste en reunirte conmigo y como no llegaste fui a buscarte, luego escuché tu tono de llamada- dijo finalizando por fin la llamada que nadie iba a contestar

- ¿quedamos en reunirnos? - pregunto la otra mirando su celular, no recordaba eso

-así es, hace una semana lo acordamos, vamos a ver el inventario del club- mintió de manera experta -perdón, debí haberlo olvidado, lamento haberlo hecho perder su tiempo, podemos ir ahora si gusta- peino un poco su cabello con sus manos y tomo su bolso -por supuesto, vamos- se dio la vuelta y empezó a caminar

La chica lo estaba siguiendo cuando el pelinegro la detuvo tomándola de la muñeca - ¡¿t/n, enserio?! ¿me vas a dejar así? - el se había alterado

ella lo vio detenidamente. Sus pectorales estaban visibles y se podía ver un gran bulto en su pantalón. Que sexy Haganezuka, sería una lástima, pero tendría que dejarlo para después

-Lo siento mucho, olvide que tenía un compromiso importante ¿podríamos reunirnos de nuevo en otra ocasión? - aparento inocencia ya que el rubio los estaba escuchando - ¡¿me estas jodiendo?!- él no era ningún juguete como para que lo calentaran y luego lo dejaran tirado

Como su fuerza era superior jalo a la chica haciendo que se acercara más a el -suéltame- dijo firme t/n

-suéltala- dijo el rubio desde más lejos - ¿es que no escuchaste? que la sueltes- hablo con una voz seria, aunque el solía ser muy amable.

El pelinegro no quería meterse en problemas con alguien mayor y menos con el presidente estudiantil -Luego te daré tan duro, que hare que en lo único que puedas pensar sea en estar conmigo- se aseguró de decirlo lo suficientemente fuerte como para que el otro escuchara. la chica no dijo nada y se safo de su agarre

-Lo espero con ansias- le dijo bajito y con una sonrisa traviesa que solo él pelinegro podía ver.

Corrió detrás del rubio que se había alejado bastante y se volteo a ver al pelinegro -hasta luego Hotaru, que tengas lindo día- puso una sonrisa amable. ella sabía que el día de Hotaru ya se había arruinado, pero los hombres enojados cogen genial, esperaría con ansias su próximo encuentro

el pelinegro se quedó ahí parado, medio desnudo y con un doloroso problema en la entrepierna -diablos- ahora que haría con eso?

RelacionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora