Capitulo 6- Recuerdos del pasado.

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-Krist el señor Prachaya desea que asistas a la fiesta de presentación del nuevo director. Dijo el cirujano superior del equipo de la unidad pediátrica. 

-Señor Sunan, ya lo dijo ayer, sabe cual es mi opinión sobre ir a esas fiestas. Dijo mientras se lavaba las manos antes de entrar a una operación.  

-Krist, llevas tan solo un año aquí y te has ganado tu reputación, y sabes muy bien que ser invitado a una fiesta tan importante es una puerta para ascender dentro del hospital. 

-No pienso ascender de esa forma, si he conseguido que la gente me valore sin tener que recurrir a trucos de perro faldero, no voy acceder ahora. 

El señor Sunan tan solo negó mientras Krist terminaba de lavarse las manos y entraba en el quirófano donde un niño de tan solo cuatro años lo esperaba para extraer un trozo de hígado. 

Krist había conseguido que en tan solo un año, mucha gente se fijase en el gracias a su destreza tanto dentro de un quirófano  como fuera, ningún niño se resistía a ser atendido por Krist y mucho menos a llorar gracias a las técnicas que utilizaba. Y eso no había pasado desapercibido para el señor Prachaya el cual, no había duda en intentar conocer al chico mas de una vez, pero en todas esas veces, el chico había sido rápido diciendo que estaba ocupado atendiendo a sus pacientes. Por lo que solo había hecho que el señor Prachaya se interesase mas por el al ver su determinación y vocación. 

Como era de esperar Krist no asistió a la fiesta, pero lo que no esperaba era conocer de esa forma el futuro director. 

Aquella noche a Krist le tocaba trabajar en urgencias, por lo normal las noches solían ser tranquilas, niños con fiebre o dolor de barriga, pero nada fuera de lo común, pero aquella noche cuando el turno tan solo hacía un par de minutos que había comenzado para el, había llegado una niña pequeña con su madre la cual parecía muy nerviosa. 

Krist no dudo en atenderla, la niña se encontraba completamente pálida y un tanto amoratada.  

-Que ha sucedido. Dijo mientras dejaban a la niña sobre la camilla, y Krist le pedía a la enfermera que trajese todo lo necesario para explorar a la niña, la que claramente le empezaba a faltar cada vez más el aire. 

La madre como pudo explico que la niña se encontraba jugando y comiendo en una fiesta cuando había corrido hacía su madre diciendo que le dolía la garganta y le costaba tragar y que en pocos minutos empezó la fatiga respiratoria. 

Krist sabía muy bien lo que eso era, por lo que empezó a preguntar que había  empezado a comer mientras revisaba la boca de la niña. 

La madre tan solo decía que no lo sabía que la niña había estado comiendo cosas que había sobre las mesas de comida y que no sabía decir todo lo que había. 

Krist solo podía observar restos de chocolate en la boca de la niña, y que había trocitos de algo que parecía ser nueces o cacahuetes por lo que no tardo ni cuatro segundos en decirle a la enfermera lo que tenía que administrar a la niña mientras el mismo colocaba el oxigeno en la niña. 

Como pudo Krist explico que iba a limpiar todo lo que pudiese la boca de la niña para que lo que fuese que le estaba provocando la alergia dejase de hacerlo mientras la enfermera administraba lo que Krist le decía. 

Krist como pudo intento calmar a la madre explicando que era normal, y que no iba a suceder nada grabe, que la niña ya se encontraba a salvo, las palabras de Krist consiguieron calmar a la madre, y la niña poco a poco recupero su color y empezaba a estar mas tranquila, los efectos del medicamento fueron explicados a la madre, mientras la niña rapidamente y por orden de los superiores era subida a una habitación vip. Krist no solía diferenciar entre sus pacientes y esta vez no iba a ser diferente. 

-Me gustaría que se mantuviese aquí en observación, en la habitación no podre vigilarla y aun es muy pequeña. Dijo parado en medio de la rotonda de enfermeras las cuales preparaban el traslado de la niña. 

-Krist son ordenes directas y sabes que no podemos desobedecerlas. 

-Y sabes lo que opino sobre esas ordenes, no se quien es la niña, pero si se que casi a muerto ahogada por una reacción alérgica y que no se si el tratamiento es el adecuado ya que puede haber una doble reacción alérgica otra vez. 

-Krist, por favor, no quiero discutir con los de la zona vip, sabes como son. 

-Yo mismo llamare, la niña no sube, necesito observarla, y en la habitación no podre vigilarla y será atendido por otro medico, aquí puedo atender a otros pacientes y tenerla en observación, que de malo hay en que este en el box aquí bajo, creo que no hay nada de malo estar con la gente de a pie no tenemos nada raro. A parte arriba seguramente ya no me dejen observarla y no me parece gusto para el paciente, creo que debe  ser el mismo medico el que trate el paciente asta que este seguro del que el tratamiento es el correcto. 

Krist no sabía que estaban escuchando en todo momento lo que estaba diciendo. 

-Disculpe. Dijo la madre la cual hasta ahora se había mantenido al margen. 

Krist tan solo intento calmarse mientras se giraba hacia la mujer. 

-Se que no debería de haber escuchado y mucho menos meterme, pero he escuchado lo que has dicho y me gustaría que fueses tu el que tratase a mi hija, he visto el trato que has tenido y lo mucho que estas defendiendo por tratarla, así que por favor haga lo que necesite para cuidar de Taeyan. 

Krist sonrió a la mujer y luego asintió mirando hacía el enfermero de turno el cual trago saliva ya que sabía lo que eso significaba y no le gustaba para nada ser regañado por el director de la sala vip del hospital. 

Tras varías horas, un hombre mayor llego acompañado de un hombre el cual corrió hacía la mujer que había llegado con la niña alérgica, el hombre empezó ha hablar en coreano, mientras Krist observaba como la madre gesticulaba y empezaba a llorar, Krist sin poderlo evitar observo como el hombre mayor abrazaba a la mujer, mientras Krist caía en ese momento en quien era ese señor, lo que hizo que tragase, mientras miraba al enfermero que había tenido que discutir horas antes para que la niña no fuese trasladada. 

Krist iba a esfumarse de la escena, necesitaba ocuparse de algo, pero para su suerte esa noche había sido tranquila, y tan solo había tres pacientes contando en que la niña que estaba en una de las camas del box era la nieta del señor Prachaya, el cual busco con los ojos asta encontrar a Krist, el cual solo pudo intentar que sus piernas no flaqueasen, ya que todo el personal empezaba a hacer acto de presencia. 

Esa vez fue la primera en que mi papa conoció a mi abuelo. 

MI VIDA CON DOS PADRES.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora