VIII. Súplica III Final (Parte 2)

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Después de esa noche el tiempo pareció detenerse para Inferencia. Tanto Eli como Brooke desaparecieron sin dejar rastro a la mañana siguiente de que la noticia de la huida de Mr. Mole se esparciera por las instalaciones de la agencia principal de detectives y la comisaría. A Naib no le importó en absoluto el impacto de todos al descubrir que Norton era un aliado de la rama réquiem, recuerda mínimamente ver a Martha alejarse a paso rápido a su oficina, José y Kevin parecían tomarlo mejor aunque sus caras angustiadas dejaban mucho que desear.

Al principio quería creer que Eli huyó con Norton y eso estaba relativamente bien para él. La felicidad de Eli era primero, se repetía con el corazón destrozado las primeras noches a su partida.

Por la pérdida del detective en la ciudad decidió quedarse ahí por un tiempo, Emma no se molestó, se mostraba encantada por tener más tiempo para compartir con la doctora.

Naib pasó los siguientes meses frecuentando uno de los bares más conocidos, la camarera Demi lo recibía con una sonrisa y un buen trago apenas lo veía entrar, Inferencia empezaba a creer que le gusta escuchar las quejas de su yo borracho.

Los días eran tan monótonos y carentes de color, recuerda el sentimiento parecido a los meses en los que estuvo trabajando en el Abismo. Tratando de recuperar lo poco que le quedaba de su corazón dolido llegó a infiltrarse en el apartamento de Eli unas cuantas veces, todo seguía igual, aún había ropa y platos sin lavar de mucho tiempo. Como si la tierra se hubiese tragado al detective.

Todo hubiese continuado así si tan solo en una de sus escapadas una inusual figura de negro no estuviese ahí, sentada como si nada en uno de los sofá con las manos agarrando su cabello.

Era él... Mr. Mole.

Lucía diferente, mucho más allá de su nuevo atuendo y el color de su cabello, el detective podría decir incluso que estaba en el mismo estado deteriorado que él. Los dos se dieron cuenta muy rápido de que no estaban solos, sin embargo ninguno hizo nada mucho más allá de mirarse las caras perturbados, entendieron todo al mismo tiempo; Eli no estaba con Norton viviendo una vida loca entre mafiosos como Naib creía. Y Eli no se fue de la ciudad con Naib como Norton temió todo ese tiempo. Eli simplemente ya no estaba y ambos hombres estaban tratando de sanar su corazón en el mismo lugar que aún guardaba su esencia.

Muy lejos de aliviarlos, la pronta revelación los hundió más. ¿Dónde estaba el castaño? ¿Estaría bien?

Con las mismas dudas y el mismo tormento Naib acompañó a Norton en otro de los sofás. Un acuerdo silencioso se trató entre ambos sin que se dieran cuenta.

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Las estaciones pronto cambiaron, el invierno se volvió primavera y la primavera se volvió verano. Norton y Naib se seguían viendo de vez en cuando en el apartamento de Eli, cada que coincidían al menos. Llegaron a tolerarse podría decirse, sus conversaciones nunca fueron más allá de un: ¿Conseguiste algo? ¿Alguna información? ¿Lo encontraste?, preguntas similares se hacían cuando la respuesta siempre era la misma.

Muy pocas veces hablaron de ellos mismos, o lo que se dedicaron a realizar en sus tiempos libres. Naib dedujo que Norton ahora estaba por su propia cuenta, al menos eso entendió cuando recibió la noticia de un paquete extraño a las puertas de la agencia Oletus, lo que contenía era una de las reliquias de los hermanos Réquiem, un paraguas. Después de eso nadie supo nada de ellos, estaba claro que murieron de alguna forma. El viento susurra cosas y no le sorprendía saber que uno de sus más devotos seguidores los traicionó levantando una pequeña revolución que terminó con el reinado de ambos entes y por consiguiente, su asesinato.

Sᴛᴀʀs Fᴏʀ Tʜᴇ Mᴏᴏɴ ﹙Iᴅᴇɴᴛɪᴛʏ V﹚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora