𝐷𝐸𝐴𝑇𝐻 | ʟᴇᴇ ᴄʜᴇᴏɴɢsᴀɴ [✔]

▪︎ 009:𝐀fraid ▪︎

❝MIEDO❞

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EL CUCHILLO FUE CON gran velocidad hasta la cara de la rubia, donde terminó abriendo una herida en línea recta justo abajo de su ojo hasta la oreja. Jun gritó ante el ardor que le causó aquel cuchillo, pero aún así siguió corriendo.

Con sus manos cubrió la herida, manchando un poco de sangre sus manos, pero siguió corriendo, pues era eso o ser asesinada por Gwi-nam.

Corrieron escaleras abajo hasta llegar a la biblioteca, donde zombies buscaban una presa que cazar, miraron hacia arriba y vieron a un alumno encima de los estantes.

-¡Vamos sube!–Gritó Cheongsan.

Ambos se subieron y comenzaron a correr por las mesas hasta subir a un librero donde un chico con lentes se protegía de los infectados que lo rodeaban.

-¿Los mordieron?–Preguntó exaltado.

-No–Contestó Lee tragando saliva.

De pronto el chico lo había lanzado al suelo, sorprendiendo a Jun.

-¡¿Qué te sucede?!–Le gritó y bajó para ayudar al pelinegro.

Empujo a un infectado y tomo la mano de Cheongsan para salir corriendo hacia la otra parte de libreros, porque ahora no solo huían de zombies, también huían de Gwi-nam quien estaba dispuesto a asesinarlos.

-¡Sube rápido!–Le dijo Lee a Jun.

La rubia comenzó a escalar el librero mientras Cheongsan la impulsaba hacia arriba con sus manos. Cuando estuvo arriba se apresuró a ayudar al pelinegro a subir, quien estaba siendo perseguido por los zombies.

Pudieron respirar un poco tranquilos cuando estuvieron arriba, algo que no duró demasiado cuando todos los zombies se amontonaban y le abrían paso a los otros para escalar y alcanzarlos. Ambos saltaron al librero siguiente cuando el infectado quiso morderlos.

-Los tengo–Dijo Gwi-nam con una sonrisa diabólica en su rostro.

Se lanzó hacia el librero donde estaban, pero ellos se apresuraron a saltar de librero en librero hasta estar atrapados, con el chico frente de ellos amenzandolos.

-Ya basta–Le dijo Cheongsan.

-Entonces dame el celular–Extendio su mano.

-Tu mataste al director, eres un asesino–Esta vez habló Eun-yeong jadeando.

-¡Tú me obligaste a hacerlo! Dijiste que era un cobarde–Le gritó.

-Enloqueciste–Escupió Cheongsan.

Enojado, Gwi-nam se tiró hacia donde ellos estaban, empujando a Lee hacia el suelo y comenzando a ahorcar a Eun-yeong fuertemente con sus manos.

-Maldita perra–Gruñó con molestia.