𝐷𝐸𝐴𝑇𝐻 | ʟᴇᴇ ᴄʜᴇᴏɴɢsᴀɴ [✔]

▪︎ 𝐄pílogo: I found you ▪︎

❝TE ENCONTRÉ...❞

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EL VIENTO SOPLABA HACIENDO que las hojas producieran un sonido relajante, la ráfaga de viento que golpeaba el lugar hacia que sus cabellos volaran y un escalofrío inundará su ser.

-¡Eun-yeong!–Escuchó su nombre.

La rubia giró su cabeza hacia donde le habían llamado, encontrándose con Su-hyeok corriendo hacia ella con una sonrisa, cuando llegó hasta donde estaba, él sonrió con nerviosismo y rascó su nuca.

-Hola...–Le dijo tímidamente.

Jun le dedico una pequeña sonrisa y con la cabeza le hizo una seña para hacerle saber que debían seguir caminando.

-Bien, veo que ya te fueron con la noticia de que salí–Le comenta la rubia con un suspiro.

Un pequeño silencio se forma, uno incómodo en el que ninguno de los dos sabía que decir, ambos sentían culpa por sus acciones el día en que ellos llegaron a ese lugar.

-Lo siento–Se disculpó Su-hyeok–Lamento no haberte podido defender, yo...–Él chico no supo que más decir.

Eun-yeong le dedico otra pequeña sonrisa al recordarlo, cuando todo explotó en Hyosan, los chicos tuvieron que pasar por la ciudad para poder irse a las vías del tren e ir al lugar seguro. En el camino perdieron a más amigos, Woo-jin y sobre todo a Nam-ra, quien huyó después de descontrolarse y querer morder a On-Jo.

Cuando Su-hyeok quedó quieto sin parecer querer ayudarla, Eun-yeong la salvó y después de eso le gritó al pelinegro que tan idiota y desconsiderado había sido.

Después de eso, no volvieron hablar, ni siquiera se encontraban en las calles del lugar seguro, pues Eun-yeong se había encerrado en la habitación, sumida en una fuerte depresión que le comía viva todos los días.

Después de todo lo que había pasado en esa escuela, le atormentaba por las noches, se sentía mal de ser ella quien haya sobrevivido y no otras personas, se preguntaba ¿Sí Woo-jin se hubiera salvado disfrutaría la vida con su hermana? Sí ella hubiera sido más rápida ¿Cheongsan seguiría vivo?

Por tener esos pensamientos había tenido que ir al psicólogo del área, quien le diagnosticó síndrome del sobreviviente, un síndrome que te hace sentir culpable por haber sido tú el que sobreviviera y no tus seres queridos.

Porque para ella era difícil tan siquiera levantarse de la cama durante el día, no tenía motivos para hacerlo cuando había perdido a su único sol por el que le hacía levantarse temprano para admirarlo o la luna que le mantenía despierta por las noches.

Para ella su luz se había apagado.

No sabía nada de su madre, no sabía nada de Nam-ra y mucho menos de Cheongsan...