" Quizás él y yo nacimos para estar juntos o también quizás para no estarlo".
Diana Acy vecina de toda la vida de Thomas Shelby, se conocen luego de una noche, pero luego la guerra llega para cambiar a todos.
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Escucho la puerta de mi casa abrirse, luego se abre la de mi cuarto, es Aida y trae puesto un lindo vestido.
—Te ves muy bien Ada—ella me sonríe —¿Como diablos entraste a mi casa?.
—Tengo una llave — ella mueve la llave en su mano.
—Vaya, creo que ni Chase tiene una llave —digo mientras estoy cerrando mi guardarropa —¿Necesitas algo?.
—Si, en realidad si —ella camina alrededor de mi cuarto, al parece está buscando algo —Recuerdo que tenías un lindo abrigo, uno blanco.
—¿Irás de salida?— pregunto con una ceja alzada, claro que lo hará.
—Si, saldré a dar una vuelta — dice ella, me acercó a mi armario y saco el abrigo que ella me describió, se lo entregó y ella se lo pone.
—Eres fantástica, Di—ella se acerca y besa mi mejilla.
Antes de que se aleje de mi tomo su muñeca, ella me mira.
—Ten cuidado Aida, se que no irás solo a dar una vuelta —digo, se que irá a encontrar con Freddie, es obvio.
—Por favor no le digas a nadie — ella me ruega.
—Sabes que no lo haré, pero estás desafiando muchas cosas —la miro —Sabes que Freddie tiene problemas con la ley y si tus hermanos...
—No pasará Di— suelto su mano—Adios.
Ella se va de mi cuarto, me acercó a mi tocador y cepillo mi cabello, lo arreglo un poco. Me quito lo que traigo puesto y me pongo un vestido, pinto un poco mis labios de color rojo. Miro la hora en el reloj, salgo de casa y camino en dirección hacia el bar. Al llegar al bar lo primero que veo es a Grace cantar, todos en el lugar están atentos, me apoyo en un lado y prendo un cigarrillo mientras observo como canta, unos minutos más tarde la puerta se abre y aparecen los chicos.
—Vaya Diana, me recuerda a ti — dice John a mi lado con una sonrisa — Pero tu siempre has cantado mejor, podrías cantarnos un poco.
—Quizás otro día — le doy un pequeño empujón amistoso.
Veo cómo Tommy la ve cantar.
—¿Te gusta?—pregunto a su lado.
—Me trae recuerdos —dice mientras sigue mirándola, ella termina de cantar al notar su presencia.
—Desde la guerra no teníamos a a alguien que cantara aquí — dice Harry apareciendo frente a nosotros, todos vuelven a sus cosas.
—Vamos Di, acompáñanos —me dice Arthur con un movimiento de mano.
Caminos hacia una mesa, varias personas se nos quedan mirando mientras caminamos, la gente aquí suele tener varios apodos para ellos.
—¡Harry, tráenos el mejor!— le grita mi hermano.
Este asiente con la cabeza desde la barra y luego camina rápidamente desde allá con una.
—¿Y Ada?—me pregunta Thomas.
—Me dijo que tenías entradas para una película —miento, este asiente con la cabeza y enciende su cigarrillo.
—Bueno, bebamos —Arthur nos sirve a cada uno en su copa, levantó mi copa y brindamos.
—¿Seguro que estás bien?—pregunto mirando a Arthur, quizás si fuera él me hubiera quedado en casa.
—Si— dice para enseguida beber su vaso.
Nos seguimos sirviendo hasta que logramos vaciar una botella y solo queda la mitad de la otra. Ya se que John y Arthur están bastantes ebrios.
Se abren las puertas del bar y aparece Jossie, una chica que hace tiempo se encuentra con Arthur, ella saluda a mi hermano.
—Si me permiten chicos —él se pone de pie sin quitar la vista de ella—Di, vete temprano a la cama.
—Cállate — ruedo los ojos, junto con la chica desaparecen de aquí.
—Yo también tengo cosas que hacer —se pone de pie Arthur, también debe ir a ver a una chica.
—Ya es hora de que me vaya—tomo lo ultimo que queda en mi copa y me pongo de pie, e tomado algunos tragos, pero no estoy ebria como los demás.
—Déjame acompañarte —dice Thomas poniéndose de pie.
—No te preocupes — tomo mi bolso.
—Ya es tarde —dice, salgo del bar y él sale detrás de mi.
Caminamos por las calles que ya están casi desoladas.
—Ten— él se quita su gran abrigo y me lo pone en sus hombros.
—¿Estas bien Tommy?—pregunto mientras caminamos.
—¿A que te refieres?—pregunta mirándome.
—¿Lo estas?— pregunto, sabe a lo que me refiero.
—Vaya— dice metiendo una mano en su bolsillo y sacando un cigarrillo —Esa no es una pregunta que debas hacerle a alguien que viene de Francia.
Me entrega un cigarrillo, lo pongo en mi boca y el lo enciende, seguimos caminando.
—Lo sé, que tonta — suelto una risa mientras lo fumo, llegamos a las afueras de mi casa.
Busco las llaves en mi bolso, pero no logro encontrarlas, él toma mi bolso y las saca para luego abrir la puerta.
—Gracias —le agradezco mirándolo, nos quedamos viendo —Yo no quería que nada cambiara.
Él solo me mira.
—Pero quizás para el Thomas de ahora el pasado no existe, buenas noches — digo para enseguida entrar a la casa y cerrar la puerta.
Suelto un gran suspiro y camino hacia mi cuarto.
(...)
Camino rápidamente por las calles, miro a mi alrededor tratando de localizarlo, pero al parecer por aquí no está. Camino cerca del canal hasta que finalmente puedo distinguir su silueta.
—¡Thomas!— grito, este se voltea hacia mi, me acercó rápidamente, a medida que lo hago puedo ver sangre en su camisa.
Lo hizo.
–¿Porque lo hiciste?—pregunto frente a él —¿Porque diablos mataste a Danny?.
—Tenía que hacerlo —dice como si nada, no puedo creer que lo diga así de fácil.
—Danny era tu amigo, Danny era tu maldito amigo —digo levantando la voz —Él no estaba bien ¡fue contigo a Francia, estuvo contigo!.
Comienzo a golpear con mis manos su pecho.
—No matamos a los amigos — digo mientras lo sigo haciendo, este me toma de las manos y me arrastra hacia un rincón.
–Basta Di— dice todavía sujetándolas —No lo hice.
–¿Que?— pregunto deteniéndome, él me suelta.
—No lo hice ¿si?—dice mientras mira hacia todos los lados —Solo lo sabe Charly, era un plan, necesito que no se lo cuentes a nadie.
—¿Y donde está ahora?—pregunto todavía sin entender.
—Camino hacia Londres, tiene un trabajo para los peaky blanders — dice él, suelto una risa sarcástica.
—Claro, los malditos peaky blanders –enciendo un cigarillo.
