Dark Paradise |||Peaky Blinders |||

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"Como primavera entrecortada yo me quede a la mitad".

—Que les traiga paz, amén —dice el padre, estamos rodeando la tumba de Freddie.

Pero Freddie no fue él único que se marchó, no fue él único que se llevó la peste.

Veo a Thomas dar un paso hacia adelante.

—Le prometí a mi amigo, Freddie Thorne...—dice Thomas — Que diría unas palabras sobre su timba si fallecía antes que yo. Hice esa promesa antes de que fuera mi cuñado, cuando estábamos en Francia peleando por el rey.

—Amén — dice Arthur.

—Y al final no fue la guerra lo que se lo llevo, fue la peste —dice Tommy.

También se llevó a Chris, esto ha sido lo peor de toda mi vida. Estuve acompañándolo hasta en sus últimos momentos de vida, no solté su mano nunca, lo que más me daño fue que él me dijo que quería seguir viviendo y ser un niño feliz, el mayor consuelo que puede haberle dado en ese momento, parte de mi compañía fue decirle que se encontraría con mamá y que por fin la vería. Desde ese momento me cerré.

El servicio termina y Chase se acerca rápidamente hacia mi, este pasa su brazo rodeando mi espalda y me guía en dirección hacia casa. Ya ni siquiera tengo fuerzas para cruzar palabras con alguien, me he cerrado en mi propio mundo.

Al llegar a casa es lo mismo de todo los días, él se marcha y yo me quedo sola en casa. Llega toda las noches llorando ebrio, se que realmente lo extraña, pero cuando despierta hace como que si nada hubiera pasado.

Me recuesto en el sillón con mi espalda apoyada en el respaldo y observo el techo, puedo oír como alguien golpea la puerta, pero ni siquiera me voy a molestar en ponerme de pie. De repente esta se abre.

—Sabía que no me abrirías, ya no le abres a nadie – dice Polly acercándome, toca mis pies para que tome asiento.

—¿Como entraste?—pregunto mirándola.

—Le quite la llave a Chase cuando estaba ebrio con los chicos — dice ella, trae una canasta.

Polly se quita el sombrero y su abrigo, comienza a sacar cosas de su canasta.

—Es como si hace años que no te viera —dice ella mientras sigue sacando las cosas—Estas muy delgada, tienes que comer algo.

—No tengo hambre — le respondo.

–¿Quieres que te obligue a comer como cuando eras joven?— me pregunta con una ceja alzada.

Suelto un gran suspiro y tomo el sándwich para luego llevármelo a la boca y darle una mordida.

Veo a Polly sacar su cigarrillo y comenzar a fumarlo.

Voy a dejar encima mi sándwich, pero ella detiene mi mano.

—No, cómelo entero —dice mirándome, en silencio vuelvo a comer el sándwich—Es raro no verte, los chicos te extrañan, Tommy te extraña.

La miro.

—Y yo a Chris —digo, siento como mis ojos se comienzan a llenar de lagrimas —Y quizás él extraña a su familia ¿crees que haya algo más allá de la muerte? Tú sabes de esas cosas.

—Solo se que los muertos descansan en paz, Chris era solo un niño —dice ella.

—Exacto, era solo un niño y no pude protegerlo —comienzan a caer las lagrimas por mi rostro, apoyo mi cabeza en en las piernas de Polly, antes lo hacía —Me siento tan irresponsable por no haberlo protegido, no sabes las palabras que me dijo, no quería morir, me rogó por mi ayuda y no pude hacer nada.

Ella solo acaricia mi pelo.

—Las personas más buenas son las que se marchan y no tengo duda de que encontrará a sus madre —dice ella —Y todos algún día volverán a encontrarse.

—Eso es lo que quiero —seco mis lagrimas —Volverlos a ver.

Vuelvo a tomar asiento, ella pone un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.

—Hoy iré a un lugar por respuestas y quizás también te pueda ayudar a ti—dice ella mirándome.

—Iré contigo.

(...)

Caminamos las dos del brazo a través de la niebla, ya no transita nadie a esta hora por las calles, solo somos Polly y yo. Caminamos hacia la puerta, está me da una mirada para luego abrirla, al entrar tomamos asiento frente a un par de personas.

—Comencemos — dice la mujer —Manos en la mesa.

Llevamos nuestras manos hacia allá.

—Está noche tenemos a tres nuevos peregrinos con nosotros, así que...—dice ella —Démosle la bienvenida.

Ella nos mira.

—Comencemos contigo — le habla a una mujer —¿A quien intentas contactar?.

—A mi esposo — responde ella —Se lo llevo la influenza hace seis meses. Intente contactarlo por medio de la Sra. Breach, en Sparkhill, pero no acertaba con su segundo nombre.

—No hables de la señora Breach en esta casa —le dice —Es una charlatana impura.

—Y usted señorita —me habla la mujer, Polly me mira.

—Quisiera contactar a mi hermano que murio hace unos meses por la peste—digo mirándola —No había probado esto antes, me gustaría saber si esta feliz donde sea que esté.

—Y por último usted —la mujer ahora le habla a Polly—¿A quien busca?.

—Bueno...la verdad es que ni siquiera se si estoy segura de que este muerta—dice, debe referirse a su hija—Así que vine a averiguarlo. Me quitaron a mi hijo y a mi hija cuando eran muy pequeños, la autoridad parroquiana se los llevó y nunca supe que fue de ellos, pero... últimamente he tenido un presentimiento...una sensación que no puedo explicar con palabras y tengo un sueño recurrente. Veo a una niña hermosa de unos dieciocho años parada al otro lado de la calle y me dice que a fallecido, mi hija cumpliría dieciocho este año, el quince de mayo y esta niña tiene los ojos oscuros, como los mío y grita, me dice que quiere hablar conmigo. Ahora bien, ni siquiera se que nombre le pusieron luego de que me la robaron. Pero si es verdad que quiere decirme adiós, creo que este sería el lugar.

Yo solo la miro mientras también limpio las lagrimas que corren por mis mejillas.

—Lleva puesta una virgen negra — le dice ella—¿Son gitanas?.

—La parte que sueña es gitana — le dice Polly.

—Solo soy mitad — digo mirándola.

—Los veo en sus ojos — dice ella.

Comienza a decir unas palabras en gitano, solo entiendo algunas, le dice ella lo que es y creo que quiere saber nuestros nombres.

—Así que... tal vez pueda iniciar con nosotras — le dice Polly.

Polly sale primero y yo detrás de ella, está comienza a gritar, su hija está muerta. Me dijo que Chris estaba bien, pero que nuestra familia había caído en una asociación que siempre traería problemas.

—¡No!—grita Polly—¡No!.

Me acercó a ella y la abrazo fuertemente, siento de alguna manera su dolor.

—No— dice ella casi en un susurro en mis hombros.