" Quizás él y yo nacimos para estar juntos o también quizás para no estarlo".
Diana Acy vecina de toda la vida de Thomas Shelby, se conocen luego de una noche, pero luego la guerra llega para cambiar a todos.
"Se me hunde el dolor en el costado y Se me nublan los recodos".
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Como puedo subo la cremallera de mi vestido, estoy usando un vestido rojo ajustado al cuerpo. Me pongo un poco de color y brillo, también peino mi cabello. Tomo mi bolso y salgo de casa, afuera esta Tommy esperándome.
—Así que seremos sólo tú y yo— digo mientras entro al auto.
Tommy comienza a conducir hacia la carrera. Nunca e ido a una antes, solo suelen ir las personas de clase alta y yo nunca e sido una de ellas.
Veo que me mira de reojo.
—¿Que te parece el vestido?—pregunto mientras observo el paisaje.
—Esta bien— responde mientras conduce.
—Odio un poco los sombreros, quizás cuando sea alguna vez una dama distinguida use uno, cuando viva en una gran casa — hablo mientras sigo observando el paisaje.
—¿Una dama distinguida?— pregunta —No necesitas ser una, puedes usarlo cuando quieras. Algún día tendrás todo lo que quieras, Diana.
—Eso espero –digo en un susurro, el resto del viaje nos quedamos en silencio.
Finalmente llegamos al lugar, está repleto de autos lujosos, hay mucha gente elegante por aquí. Tommy estaciona el auto, se baja y me ofrece su mano para bajar.
Hay una gran entrada principal, pero tommy sujeta mi brazo y me guía por otro camino, nos metemos por un tipo de pasadizo.
—¿Podemos entrar por aquí?— pregunto algo preocupada, este camino definitivamente no es el principal.
—Bueno, prefiero venir a las carreras por la parte de atrás —me comenta, tiene su mano apoyada en mi espalda—Me mantiene alejado de los problemas. Es un sitio sin ley. No soporto a los criminales de pacotilla. Por aquí.
—Podría hacer una pequeña apuesta, nunca hecho una — digo, se que me dirá.
—Sabes que las apuestas son para tontos —dice, sabía —Por aquí.
Doblamos hacia otro pasillo.
—Desde años te dijimos que nunca jugaríamos en eso—dice él, Thomas abre una puerta y pasamos a otro lugar—Bueno, tú hablas.
–¿Que?— lo miro—No.
—Dile al de seguridad que te llamas Lady Lucy Duggan —me susurra Thomas, abre otra puerta—Disculpen, Lady Lucy de Connemara.
No se como se comportan, esto es una locura.
—Te perdiste cuando fuiste a encontrar con el chico que monta tu caballo, Danny Flowers —dice Tommy con su mano en mi hombro, no quiero que nos expulsen por fraude—Si te preguntan por mi diles que soy prusiano y que no hablo inglés. Vamos Di, muéstrame que puedes.
