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"The other woman"



Polly se entero de que visitamos a  su hijo, quiso que le entregáramos la dirección, pero no podíamos hacerlo porque esa decisión estaba en manos del chico, nadie puede obligarlo. Ella está molesta con nosotros.

—¿Como está Arthur?—le preguntó a mi hermano mientras me termino de poner mis aretes.

—No lo sé, sabes...Arthur me preocupa —me da una mirada, nunca lo había escuchado decir algo así.

Desde la guerra Arthur a teñido problemas, más que los demás. Ayer en las luchas golpeó a un chico hasta matarlo, quizás necesite a alguien con quien hablar.

—Me voy, tengo que estar ahí con los chicos — dice Chase tomando su chaqueta —¿Tu con quien te irás?.

—Ada vendrá por mi—le sonrió—Te veo luego.

Chase sale de casa, termino de arreglarme y ponerme lo que me falta. Siento como alguien golpea la puerta, debe ser ella.

Me acercó y abro la puerta, está con Karl en sus brazos.

—Hola Karl — le sonrió mientras muevo su pequeña manito—Estoy lista, vamos.

Tomo mi abrigo y cierro la puerta de la casa, caminamos juntas hacia la inauguración del bar.  Al abrir las puertas se ve que el lugar está repleto de gente.

—Iré a saludar a Arthur — le digo a Ada.

—Yo iré por allá —señala un lugar.

Me acercó a la barra y veo a Arthur servir tragos.

—Arthur — le hablo.

—Pero si ahí está mi Diana—dice él, se acerca a mi y me abraza haciéndome elevar los pies del piso por unos segundos –¿Te gusta?.

—Está increíble este lugar—lo observo —¿Pero estás bien?.

—Si, mejor que nunca —me sonríe, miro hacia atrás y esta Tommy.

Salgo de detrás de la barra y miro el lugar, está repleto.

—Consumió Tokio ¿no es así?— le preguntó a Tommy cuando está a mi lado.

—Si, pero es solo por el momento —dice mirándome.

—Arthur no está pasando por un buen momento, no deberías darle Tokio, deberías hablarle—digo mirándolo.

—¿Te gustaría beber algo en privado?—me pregunta, asiento con la cabeza.

Caminamos juntos y llegamos a un lugar más apartado en otro cuarto. Al llegar veo una carta en una mesa, la tomo y leo, tiene la dirección de Nueva York.

—Es para ti —le extiendo la carta, los dos tomamos asiento.

Él toma la carta y la mira, pero no la abre.

—¿Porque no lo haces?—pregunto mirándolo —¿Sabes de quien es?.

—Si— dice mirándome.

—¿De quien? ¿Algún nuevo negocio?—pregunto con una ceja alzada.

—No, es de Grace — dice repentinamente.

Dark Paradise |||Peaky Blinders |||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora