Esclavos y caracoles

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Hacía hambre y frío en aquella apestosa celda, y la única compañía que tenía era una extraña y pequeña demonio pelirroja.

– ¿Entonces me ayudas a salir de aquí? – sonrió preocupada la humana mientras juntaba ambas manos rogándole

– no creo que puedas resbalarte entre los barrotes – Replicó orgullosa y se terminó la galleta. Luz suspiró molesta, al parecer no tenía modo de escapar, ¿Qué se supone que hiciera?

Cruzó las piernas y se recargó en sus palmas, aburrida, pensando en qué podría hacer para escapar de aquello. Esperar no era una opción, tal vez podría intentar pasar por entre los barandales como dijo su compañera.

No perdía nada con intentarlo.
Se levantó con desición, primero necesitaba saber cuánto tiempo le quedaba – ¿a qué hora empiezan a vender gente? – eso sonaba mucho peor de lo que suponía.

– en cuanto se oculte el sol – contestó la criatura extraña, cruzó las piernas y se rascó un diente con actitud orgullosa.
Aún faltaba para eso, pues cuando Luz todavía estaba en la carreta pudo ver que no era tan tarde, debería ser suficiente tiempo para lograr su cometido.

Tomó uno de los barandales y se colgó de él, este le respondió tambaleándose y dejando caer algo de polvo. Estaba oxidado y cubierto de suciedad, parecía que no daban mucho mantenimiento al lugar, al menos no seguido. Metió el brazo entre el espacio que dejaba ése y otro barrote; su compañera tenía razón, no podría salir por ahí.

Cambió de plan, tal vez si lograba quitar uno podría escapar. Lo sacudió lo más fuerte que pudo, tirando de él y empujándolo. Para su buena suerte éste se desprendió ruidosamente haciendo que Luz cayera hacia adelante consigo.

– auch – Se quejó y dispersó el polvo que había levantado con su mano. Esto llamó la atención de la pequeña demonio que estaba en su celda – bien hecho – Dijo en una risa burlona, Luz aún tenía que evitar que la atraparan de nuevo

Volteó a ambos lados, un pasillo largo y lúgubre se extendía enfrente de ella, la iluminación no le dejaba ver claramente. Avanzó hasta que escuchó pasos acercándose, entonces empezó a correr preocupada, sin fijarse tanto en lo que había delante de ella. Por este descuido terminó chocando bruscamente con alguien.

–heh, hola – tartamudeó nerviosa mientras quien fuera con quien había chocado se daba la vuelta. Definitivamente ése no era su día de suerte.

Un seño fruncido la miró y la agarró de la muñeca, era relativamente menos robusto que el otro tipo pero era suficientemente fuerte como para no dejarla ir. Él se quejó, apoyó dos dedos en su frente y le reclamó –no tengo tiempo para esto, así que te venderé primero – ella suspiró derrotada, su intento de escape no había funcionado realmente, fué arrastrada por el pasillo hasta un patio espacioso, había más gente con capuchas y un demonio cerdo bailaba sobre una tarima.

– ¡Pasen! ¡pasen!, ¡sólo aquí tenemos los mejores esclavos humanos! ¡Calidad para clientes exigentes como ustedes! – exclamaba energético, la multitud ruidosa lo aclamaba.

Su captor se acercó al cerdo y le susurró algo al oído. En seguida el tipo de cola enroscada empezó a regatear – ¡tenemos a esta adolescente humana a tan sólo 10 caracoles! –

Luz se extrañó por esto, no sabía que los demonios usaban otro tipo de moneda, intentó liberarse de nuevo sin ningún resultado.

Salió de entre la multitud una señora elegante y bien arreglada, su cabello naranja era lo que la resaltaba del resto,  definitivamente era de la alta sociedad. El ruido cesó por un momento y la gente empezó a murmurar –lo que daría por estar con ella– decían unos –dicen que su último novio fué comido por una reptibestia– decían otros.

–señorita Marilyn– el demonio puerco hizo una reverencia. –te daré 5 caracoles por ella– ofreció la distinguida dama mientras se cubría el rostro delicadamente con un abanico

–8 es lo menos– Se quitó el sombrero nervioso, ella le dirigió una mirada coqueta –bueno eh, 5 están bien – dijo finalmente mientras se rascaba la nuca avergonzado.

Luz no estaba segura de cuánto valía un caracol, pero se sentía como un objeto mal baratado. –dale la humana– dijo entre dientes y picó el brazo de su compañero con su bastón –uh si, ya voy– este empujó a Luz dejándola caer por la tarima, quedando en frente de la misteriosa mujer que acababa de comprarla.

Ella le entregó los 5 caracoles al que antes había empujado a Luz, acto seguido hizo un círculo en el aire con su dedo, unas cadenas mágicas amarillas se materializaron, aprisionando a nuestra pobre humana.

–¿viste cómo me miró?– dijo el cerdo en un susurro codeando a su compañero –creo que le gustas– Contestó riéndose mirando embobado a Marilyn.

–Hoy empiezas una nueva vida, niña– habló la mujer distinguida a Luz. De algún modo el lado bueno era que ya no estaba en la celda.

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Hola hola, esta vez tardé más de lo que planeaba en actualizar, una disculpa, lidiar con bloqueo creativo es un desastre, en fin, espero que estén disfrutando mi historia <3

Tardaré más en sacar el capítulo que sigue, pero de que actualizo, actualizo

~Tosty

Luz De LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora