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Renuncia de derechos, los personajes que salgan aquí son de sus respectivos autores.

Comenzó a abrir sus ojos ónix recibiendo en ellos la luz solar, hacía un buen tiempo que no sucedía y la verdad es que lo echó de menos.

"¡Mi adorada cama! ¡Te extrañé tanto!"- exclamó Goku abrazando su almohada después de nueve días durmiendo sobre rocas y sobre piedras.

Por eso se desplomó, su cuerpo acumuló demasiado cansancio y necesitaba una pausa.

Lo último que recordaba era haber abrazado a Tsubaki, a quien por cierto no veía en ningún lado. Tal vez había regresado a su casa.

-Bien, hoy es el día de enfrentarse a Raiser -dijo Goku con una gran sonrisa, llegó el momento de mostrar el resultado de sus entrenamientos.

Se levantó de la cama dispuesto a realizar la Quest diaria, no sin antes arreglar su cama como buen chico que era él, con modales y valores.

Llegando al salón se percató de que había una muchacha con los ojos a medio cerrar, rápidamente vio que se trataba de Tsubaki.

Ella pareció darse cuenta de su presencia y después de abrir los ojos le vio. Una sonrisa hermosa se instaló en sus suaves labios.

-Buen día, pensé que te habías ido a tu casa -saludó Goku caminando hacia ella y se sentó a su par en el sillón mientras ella que se erguía.

-Me quedé aquí para velar por ti, temía que no estuvieras bien -contestó Tsubaki con un tono preocupado y el joven frunció el entrecejo.

-¡Eso no era necesario Tsubaki! -exclamó Goku molesto por esa acción- Si lo hubiera sabido te habría llevado a dormir conmigo en mi cama.

No estaba molesto por que ella se preocupara por él, sino porque le antepusiera antes que su propio bienestar. Se veía que ella durmió poco.

Además, jamás hubiera permitido que Tsubaki durmiera en el sofá mientras él descansaba en la cama. ¿Dónde estaba su honor como hombre?

Tsubaki bajó la cabeza al oírle, sabía que se preocupaba en exceso por él y en el fondo era porque no quería perder a quien le gustaba.

Un sonrojo se apoderó de sus mejillas al recordar lo último que dijo Goku. No sería correcto dormir en la misma cama que él...

¿Verdad?

Lástima que otras se habían adelantado.

-Es más, deberías ir a dormir -habló el pelinegro mirando con intensidad los ojos a Tsubaki, y ella apenas consiguió sostener aquella mirada.

-Tranquilo, estaré bien -Tsubaki negó con una sonrisa pero un bostezo la delató- E-eso fue por el hambre... ¡¿G-Goku?! ¡¿Qué estás haciendo?!

Tsubaki exclamó ruborizada al ver cómo Goku la cargaba en sus brazos, por un momento se sintió como una princesa de un cuento de hadas...

-Jejeje a mí no me engañas Tsubaki -habló Goku riéndose entre dientes- Te llevaré a mi cama para que puedas descansar durante un par de horas.

Tsubaki intentó protestar tiernamente pero no pudo, se dejó llevar en los brazos del pelinegro aunque notó que había una cosa diferente.

"Ahora se ha hecho más alto que antes y sus brazos se han vuelto más duros"- pensó Tsubaki- "¿Qué entrenamiento habrás hecho Goku...?"

Habían llegado a la habitación y tardó en darse cuenta pues estaba sumergida en su pensamientos. Goku la recostó en la cama.

Soberano de los muertos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora