Ciberacoso, Amor y Sueños [AmeRus]

Capítulo 8

🏳.

Viernes, 15:55.

Allí se encontraba parado frente a la casa del americano cierto ruso para que repitieran la misma rutina de toda la semana. El de pecas asemejadas a copos de nieve se encontraba tocando la puerta esperando a que alguien abriera; y eso hicieron un par de minutos después.

Frente a él se encontraba el estadounidense, con una tranquila mirada y un café Starbucks en su mano, observando al otro país.

-¿No recibiste mi mensaje?-. El ruso arqueó su ceja confundido, dando a entender que no lo había hecho.

-¿De qué trataba?-.

-De que me gustaría que vinieras un par de horas más tarde-.

Respondió indiferente, el otro suspiró cansado y sin responder se volteó con intenciones de marcharse, incluso en ese momento sin ganas de regresar este día.

-Pero ya estás aquí, asi que pasa-. Agregó el anglosajón, haciendo que el más bajo detuviese su paso y volteara sobre su eje con intenciones de ahora entrara al lugar, pero el más alto volvió a impedirle el paso dentro de su casa, esto molestó al eslavo.

-¿Qué diablos tienes hoy?-. Interrogó mirándolo con el entrecejo algo fruncido, el contrario solo se cruzó de brazos indiferente.

-Primero me saludas, luego pasas-. Rusia puso sus ojos en blanco y de mala gana, le dió un "hola" el cual América le devolvió. -Y luego el grosero soy yo-. Musitó cediéndole el paso.

-Y lo sigues siendo-.

-Qué mentiroso-.

-¡El otro día te saludé en los pasillos y me ignoraste!- Aprovecho para eprochar el tricolor, el americano solo rodó sus ojos incrédulo.

-No te ví, disculpa si no vivo con la mirada hacia abajo-. Respondió sarcástico, indignando al otro.

-Estúpido-.

-El que dice, es-.

Su respuesta hizo que aquella pequeña pelea perdiera la poca seriedad que tenía ya que al ruso la actitud de USA acababa de parecerle a la de un niño pequeño, y rodó sus ojos con una sonrisa y tratando de aguantarse la risa. América también formó en su rostro una media sonrisa, la suya era victoriosa, hizo graciosas las cosas para el menor tal y como quería.

-Ya pasa-.

El contrario obedeció con un humor un poco mejor y se dirigió al living, pero el de franjas lo obligó a detener su paso cuando lo tomó del hombro.

-Están Canadá con su novio haciendo un maratón de películas allí adentro y me pidió que no los moleste-.

-¿Y a donde se supone que estudiaré?-