Ciberacoso, Amor y Sueños [AmeRus]

Capítulo 13

🇷🇺.

Salí de la ducha y comencé a secar mi cabello con el secador para darle un poco más de forma, pero al acabar y ver el resultado me terminé decidiendo por depeinarlo.

Pasé hacia mi habitación y comencé a buscar que debería usar, en realidad ya tenía idea de lo que me pondría desde ayer, no porque sea organizado, eso jamás. Más bien porque estaba aburrido y decidí elegir algo. Además la mayoría de mi ropa es parecida, no idéntica, pero con el mismo estilo y colores.

Me observé al espejo, en realidad no me disgustaba la combinación, era simple, pero lindo: camiseta negra con unos dibujos de mariposas en blanco, jeans holgados color beige, y unas Vans SK8 clásicas, junto a un par de accesorios. Sonreí satisfecho.

Salí de mi habitación y bajé las escaleras, estaba a punto de marcharme cuando oí una voz que detuvo mi paso.

-¿A dónde vas?-. Me giré sobre mi eje y observé a uno de mis hermanos, Bielorrusia, con una mirada expectante y curiosa.

-Con un amigo-. Respondí con seguridad buscando no levantar sospechas.

-¿De verdad? Oh vamos, hoy cocina Ucrania, ¿Por qué no te quedas?-. Era verdad, sí, cocinaba mi hermano mayor, y debo reconocer que el arte culinario es algo en lo que se destaca bastante bien, a diferencia mía que soy un desastre cocinando. Sonaba tentador, pero estaba vez pasaría.

-Lo siento chicos, no puedo cancelar ahora, deben de estar esperándome-. Dije en una voz lo suficientemente alta como para que los demás luego no necesiten hacerme preguntas de porqué no cené con ellos.

-¡Malagradecido!-. Gritó Ucrania ofendido, le indigna que no comamos cuando cocina él, ya que en serio se esfuerza mucho. Ahora que lo recuerdo también le toca preparar el almuerzo mañana, me espera un plato mal preparado (a propósito) como castigo...

Pero debía de ocuparme de otras cosas, no de lo que comería mañana. Volví a disculparme, por lo bajo, y crucé la puerta frente a la que estaba parado ya de antes (y de la cual nunca me alejé) para dirigirme a donde se supone que me encontraría con América, mi paso era acelerado, no porque estuviera llegando tarde a nuestro punto de encuentro, sino que en realidad, sentía emoción.

Aunque no era la hora, presentía que estaba esperándome, si hay algo que aprendí es que le gusta ser puntual, y acerté, llegué al lugar que habíamos quedado, y ahí lo vi de espaldas, a simple vista parecía distraído con su celular pero estaba seguro que permanecía atento a que llegara.

Me acerqué sigilosamente a él, quería sorprenderlo, pero justo cuando me encontraba detrás de él, listo para hacer mi acto, se volteó y me miró con una sonrisa expectante.

-Hi Russia-. Me dijo en un tono simpático mientras realizaba una visión general de mi apariencia.

-Hola, Ame-. Le devolví el saludo, y proseguí a hacer lo mismo que él, me centré primero en su outfit de pies a cabeza, llevaba un par de Converse Chuck Taylor, seguido ví su pantalón cargo y una camiseta ajustada de mangas largas y cuello alto, todo su outfut era color negro, incluso su riñonera de marca que cruzaba su torso, y lo único que hacía contraste con todo este outfit tan neutro, era la campera de jean que vestía, esta era suelta y llena de distintas cosas que la decoraban, desde algún que otro dibujo llamativo a parches de banderas de países a los que parecía ser cercano, como familia o amigos.
Me pregunto si algún día esa campera llevará mi bandera.