LA HUIDA DE LA SEÑORA GORDA
—Iremos a Hogsmeade, iremos a Hogsmeade —repetía Blaise completamente feliz en un tono cantado—. Dulces, bombas fétidas y de más. ¡Será toda una locura!
—Compraremos regalices de montón, ¿no es así, Angel? —preguntó Draco sirviendo un poco de comida en el plato de su hermana.
—Claro que si —respondió—, lo mejor es que después de eso viene el banquete de Halloween.
—Ya quiero llegar a Zonko, dicen que venden cualquier cosa que te imagines —dijo Blaise.
Angel sonrió al ver la emoción del moreno. Comía mientras movía su cabeza de un lado a otro completamente emocionado como un niño pequeño.
Al terminar, se reunieron con Ben quien los esperaba en el vestíbulo, donde Filch, el conserje, de pie en el lado interior de la puerta, señalaba los nombres en una lista, examinando detenida y recelosamente cada rostro y asegurándose de que nadie salía sin permiso.
—¿Te quedas aquí, Potter? —gritó Malfoy, que estaba en la cola—. ¿No te atreves a cruzarte con los dementores?
Angel pellizcó su brazo derecho llamando la atención de algunos. Draco soltó un quejido girándose para verla.
—¿Qué dijimos?
—Ya, perdón.
Ambos habían llegado a un acuerdo, y es que hace unos cuantos días habían acordado que Angel se encargaría de que Draco no se metiera en problemas.
Fueron guiados hasta el punto en el que se les permitía andarse solos.
—¿Y si empezamos con una cerveza de mantequilla? Los de mi curso dicen que es reconfortante —propuso Ben y todos asintieron aceptando la idea a excepción de Angel y Blaise.
—Nosotros nos adelantaremos a Zonko y a Dervish y Banges —dijo Blaise tirando de la mano de su mejor amiga.
—¡Nos vemos!
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Angel y el prisionero de Azkaban | 3
FanfictionSirius Black, aquel hombre con un mal expediente en el ministerio será prófugo de Azkaban con el fin de conocer a su ahijado. Lo que no sabía es que conocería al raro y dinámico trio al que Harry pertenece, a ellos y a Angel Malfoy.