Domingo por la tarde, decidí acompañar a mi madre a hacer las compras para el almuerzo. Fue ahí cuando lo vi luego de mucho tiempo.
-Jason- exclamé en voz baja.
-Mariana, ¡hace mucho tiempo que no nos vemos!- respondió eufórico.
-¡Jason! ¡Dios mío cuanto ha crecido este muchacho-dijo sorprendida mi madre.
-Buenas señora- respondió Jason.
-Se nos hace tarde, deberíamos partir de una vez.
-En tal caso yo también me despido: Adiós Mariana , adiós señora Edith.
Camine junto a mi madre compartiendo su opinión, Jason no era mismo niño regordete que me juraba amor eterno, había cambiado. Su forma de hablar, su aspecto, me atrevería a decir que Jason había madurado.
Mientras se alejaba sentía la necesidad de hablar con él sobre André, ya que el juró ser mi consejero en tiempos anteriores.
-Mamá, ¿puedo pasear con Jason un momento?
-Claro- respondió- solo procura no llegar tarde.
-Vale- y emprendí el largo camino hacia Jason, necesitaba un amigo, alguien en quien confiar. Luego de recorre varias cuadras pude reconocer la figura de Jason corriendo hacia mí.
-¡Quería hablar contigo!- dijimos ambos agitados a coro, nos reímos y comenzamos a caminar.
-¿De qué quieres hablar tu?- le pregunté
-Sobre ti, como te va, si aun Penélope y tu siguen siendo amigas, volverás a la escuela- hizo una pausa cerrando su casaca para evitar el frio-¿Y tú de qué quieres hablar?
-Es un poco largo.
-Pues tengo tiempo, además soy tu consejero, asi que dime que te sucede.
-Si te lo digo en medio de la carretera me quebrare y atraeremos miradas- sonreí melancólica.
-Entonces te acompañaré a tu casa y hablaremos allí como en los viejos tiempos.
-Vale..-respondí.
La charla circunstancial sumada a el trafico, me causaban mucha molestia, por lo que en el camino a mi casa no dije ninguna sola palabra.
-Pasa- le dije señalándole el mueble más cercano. Se sentó, acomodando su gorra.
-Bueno- exclame, sentándome a su lado- primero preguntare por tu salud, ¿Sigues enfermo?.
-Tengo un tumor que podría ser cancerígeno, pero fuera de eso me siento saludable.
-¿Te operaran?- pregunte triste.
-Primero me harán una biopsia para descartar el cáncer, y en caso de que el tumor sea maligno lo extirparan.
-¿En qué hospital te operaran?- pregunte
-En realidad- y Jason palideció de repente- nos iremos a Estados Unidos, es nuestra mejor opción. Pero no puedo irme de aquí sin Penélope.
-¡Carajo! Jason es tu salud, no puedes tomar decisiones a base de tu corazón, a veces es mejor usar el cerebro.
-Mira quien lo dice- y algo enfadada cruce los brazos, y mire fijamente el suelo.
-¿Y ya programaron tu biopsia?- pregunte.
-Aun no, hay muchos tramites por hacer, tardara un par de meses llevar a cabo la operación.
-¿Tu cuerpo aguantara ese tiempo?
-Soy un Romero, nosotros vivimos cada día como si fuera el último, sería un insulto para mi raza no arriesgar mi vida.
-Había olvidado lo especial que era tu familia- reí- ¿Aun caminas con el particular estilo de los Romero?
-Balanceándome de un lado a otro sensualmente- estalle en risa.
-¿Sensual?, caminan como si quisieran ir al baño.
-Pero al menos no caminamos como homosexuales.
-Mi caminada no es homosexual, solo diferente.
-Cambiemos de tema Mariana- hizo una pausa- ¿Qué querías contarme?
-Recuerdas- suspiré- que yo solía cortarme- y sus ojos me miraron fijamente.
-Sí, siempre trate de detenerte pero nada te frenaba- dijo decepcionado.
-Fui a un psiquiatra y bueno yo..- era vergonzoso decirlo- tengo una obsesión por cortarme.
-¡Joder! ¿Es lo único que te diagnosticaron?
-No, también tengo bulimia y depresión.
-Y a pesar de todo esto sonríes, eres una chica muy especial.- se acerco a mi rostro.
-Jason , ni lo intentes, es inútil tratar de crearme una autoestima.
-No me importa lo que digas no me rendiré- y el cielo comenzó a oscurecerse.
- La parte buena del asunto es que conocía un muchacho.
-¿André?- pregunto interrumpiéndome.
-¿Cómo lo sabes?
-Aun abundan rumores sobre ti en la escuela.- dijo jugando con su llave- y no lo entiendo ¿Cuál es el problema?
-Lo amo Jason, pero él no me ama a mi
-¿Por qué crees eso?
-El esta muy distante, me trata diferente, incluso a dejado de hablarme por varios días.
-¿Cómo es el?- vaya pregunta
-Una perfecta rareza, puede ser tierno y luego tan cortante, te alegra con una broma y con otra te destruye.
-¿Cómo es contigo?- pregunto mirando con firmeza.
- La mayoría de veces me trata como los demás, pero hay casos en los que me hace sufrir, en fin supongo que asi es el amor.
- Te equivocas Mariana- respondió colérico- El amor es reciproco, además una persona que verdaderamente te ama jamás te haría daño.
-Quizás su forma de amar es diferente- replique
-Quizás no te ama, desde una perspectiva masculina siento que juega contigo.
-Descuida, estoy acostumbrada a que me usen como juguete- y entrelace mis manos-¿Realmente crees que el no me ama?
-Realmente lo creo.
ESTÁS LEYENDO
Indiferencia
Teen FictionLa vida nunca es perfecta, pero hay ocasionas en las que tan solo con la presencia de una persona tu mundo gris se torna de colores. Esa persona era André, alguien que cambio mi vida, que me enseño a disfrutar las pequeñas alegrías que nos brinda es...