Día XI de tu indiferencia

77 2 0
                                    

Domingo por la tarde, decidí acompañar a mi madre a hacer las compras para el almuerzo. Fue ahí cuando lo vi luego de mucho tiempo.

-Jason- exclamé en voz baja.

-Mariana, ¡hace mucho tiempo que no nos vemos!- respondió eufórico.

-¡Jason! ¡Dios mío cuanto ha crecido este muchacho-dijo sorprendida mi madre.

-Buenas señora- respondió Jason.

-Se nos hace tarde, deberíamos partir de una vez.

-En tal caso yo también me despido: Adiós Mariana , adiós señora Edith.

Camine junto a mi madre compartiendo su opinión, Jason no era mismo niño regordete que me juraba amor eterno, había cambiado. Su forma de hablar, su aspecto, me atrevería a decir que Jason había madurado.

Mientras se alejaba sentía la necesidad de hablar con él sobre André, ya que el juró ser mi consejero en tiempos anteriores.

-Mamá, ¿puedo pasear con Jason un momento?

-Claro- respondió- solo procura no llegar tarde.

-Vale- y emprendí el largo camino hacia Jason, necesitaba un amigo, alguien en quien confiar. Luego de recorre varias cuadras pude reconocer la figura de Jason corriendo hacia mí.

-¡Quería hablar contigo!- dijimos ambos agitados a coro, nos reímos y comenzamos a caminar.

-¿De qué quieres hablar tu?- le pregunté

-Sobre ti, como te va, si aun Penélope y tu siguen siendo amigas, volverás a la escuela- hizo una pausa cerrando su casaca para evitar el frio-¿Y tú de qué quieres hablar?

-Es un poco largo.

-Pues tengo tiempo, además soy tu consejero, asi que dime que te sucede.

-Si te lo digo en medio de la carretera me quebrare y atraeremos miradas- sonreí melancólica.

-Entonces te acompañaré a tu casa y hablaremos allí como en los viejos tiempos.

-Vale..-respondí.

La charla circunstancial sumada a el trafico, me causaban mucha molestia, por lo que en el camino a mi casa no dije ninguna sola palabra.

-Pasa- le dije señalándole el mueble más cercano. Se sentó, acomodando su gorra.

-Bueno- exclame, sentándome a su lado- primero preguntare por tu salud, ¿Sigues enfermo?.

-Tengo un tumor que podría ser cancerígeno, pero fuera de eso me siento saludable.

-¿Te operaran?- pregunte triste.

-Primero me harán una biopsia para descartar el cáncer, y en caso de que el tumor sea maligno lo extirparan.

-¿En qué hospital te operaran?- pregunte

-En realidad- y Jason palideció de repente- nos iremos a Estados Unidos, es nuestra mejor opción. Pero no puedo irme de aquí sin Penélope.

-¡Carajo! Jason es tu salud, no puedes tomar decisiones a base de tu corazón, a veces es mejor usar el cerebro.

-Mira quien lo dice- y algo enfadada cruce los brazos, y mire fijamente el suelo.

-¿Y ya programaron tu biopsia?- pregunte.

-Aun no, hay muchos tramites por hacer, tardara un par de meses llevar a cabo la operación.

-¿Tu cuerpo aguantara ese tiempo?

-Soy un Romero, nosotros vivimos cada día como si fuera el último, sería un insulto para mi raza no arriesgar mi vida.

-Había olvidado lo especial que era tu familia- reí- ¿Aun caminas con el particular estilo de los Romero?

-Balanceándome de un lado a otro sensualmente- estalle en risa.

-¿Sensual?, caminan como si quisieran ir al baño.

-Pero al menos no caminamos como homosexuales.

-Mi caminada no es homosexual, solo diferente.

-Cambiemos de tema Mariana- hizo una pausa- ¿Qué querías contarme?

-Recuerdas- suspiré- que yo solía cortarme- y sus ojos me miraron fijamente.

-Sí, siempre trate de detenerte pero nada te frenaba- dijo decepcionado.

-Fui a un psiquiatra y bueno yo..- era vergonzoso decirlo- tengo una obsesión por cortarme.

-¡Joder! ¿Es lo único que te diagnosticaron?

-No, también tengo bulimia y depresión.

-Y a pesar de todo esto sonríes, eres una chica muy especial.- se acerco a mi rostro.

-Jason , ni lo intentes, es inútil tratar de crearme una autoestima.

-No me importa lo que digas no me rendiré- y el cielo comenzó a oscurecerse.

- La parte buena del asunto es que conocía un muchacho.

-¿André?- pregunto interrumpiéndome.

-¿Cómo lo sabes?

-Aun abundan rumores sobre ti en la escuela.- dijo jugando con su llave- y no lo entiendo ¿Cuál es el problema?

-Lo amo Jason, pero él no me ama a mi

-¿Por qué crees eso?

-El esta muy distante, me trata diferente, incluso a dejado de hablarme por varios días.

-¿Cómo es el?- vaya pregunta

-Una perfecta rareza, puede ser tierno y luego tan cortante, te alegra con una broma y con otra te destruye.

-¿Cómo es contigo?- pregunto mirando con firmeza.

- La mayoría de veces me trata como los demás, pero hay casos en los que me hace sufrir, en fin supongo que asi es el amor.

- Te equivocas Mariana- respondió colérico- El amor es reciproco, además una persona que verdaderamente te ama jamás te haría daño.

-Quizás su forma de amar es diferente- replique

-Quizás no te ama, desde una perspectiva masculina siento que juega contigo.

-Descuida, estoy acostumbrada a que me usen como juguete- y entrelace mis manos-¿Realmente crees que el no me ama?

-Realmente lo creo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 11, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

IndiferenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora