Capitulo dos: Un sueño

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¿Qué sería de la vida sin un sueño?

Solamente sería, correr junto al tiempo esperando asi poder desvanecerse en el oscuro olvido del mundo, que ante muchos es cruel, y ante otros solo es la mejor salida

–¿Por qué no puedo moverme? –preguntó el chico mientras entre abría un poco sus ojos para mejorar su vista –¿Por qué me siento muy grande?


Mientras examinaba con la mirada noto la diferencia –¡Maldita sea! ¡este no es mi cuerpo! –comenzó a entrar en pánico y se tocaba desde la cara hasta las manos, sin poder creerlo

Es una pesadilla

Todo era negro, como de costumbre, todo aquel vacío era igual que siempre, oscuro

Pero algo hacia que este oscuro cielo y la oscura realidad se sintiera de una manera especial

A pesar del estado del chico, el aire era distinto, era una paz inexplicable, algo que no se había sentido antes

La vista no era buena, a pesar de intentar observa a su alrededor no podía distinguir nada, todo era borroso, lo cual dejaba mucho espacio a la imaginación para descifrar que se encontraba delante o detrás

De pronto, a los lejos, alumbrada por una gran farola, se encontraba alguien, alguien que parecia saludar y alumbrar con una pequeña sonrisa todo aquel lugar

Y todo se volvió claro

–¿Quién se supone que es? –interrogó nuevamente

Su mano se movió al fin, pero no fue por voluntad propia, más bien era como si su cuerpo ya supiera que hacer, y por ende no lo obedecía

Su mano se extendió y saludo a aquella persona como si de un conocido se tratara

Sus piernas corrieron hasta aquella farola que se encontraba al cruzar una pequeña calle. –un tanto conocida para el chico–. Y así en unos cuantos segundos ya se encontraba delante de esa sonrisa

Su corazón latió más rápido

Y el tiempo se detuvo en aquel momento

La farola ya no solo iluminaba ese pequeño lugar, ahora iluminaba todo a su alrededor, creando un espectáculo asombroso

El aire se tornó frágil, delicado, exquisito y sobre todo, calmado

El cuerpo del chico se volvió a tensar, pero esta vez no por miedo, ni nada parecido, esta vez su cuerpo se tensó por un sentimiento de alegría, mezclado con paz y un gran gozo

Esto lo dejó aún más confundido

Se tomó la cabeza con las dos manos –¡¿QUE ES ESTO! ¡¿POR QUÉ ME SIENTO TAN VULNERABLE?! –gritó sin importarle la persona que estaba a su frente

<<Mi cuerpo se siente débil, mi corazón no para de acelerarse, el tiempo parece que se detuvo y no puedo notar nada a mi alrededor; mis manos solo quieren tocar el rostro que esta delante mío, el aire... este maldito aire me hace sentir tanto gozo y muchas cosas que no puedo expresar
Acaso... ¿este es aquel sentimiento prohibido?>>

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