Deambulando en los recuerdos

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El tiempo transcurre de una forma tal que ni siquiera fui capaz de admirar tu belleza en la forma en que lo merecía, no puedo evitar que suceda.
Mientras pasan los minutos, el trolebús me lleva a mi hogar, voy llegando de mi primer empleo como maestro de música, pero lo único que tengo en mente es tu rostro, es lo único que ocupa mis pensamientos.
Sé que al llegar a mi cuarto recaeré en la soledad, pero me consuela el hecho de que miraste hacia atrás el bajar, probablemente no era para mí esa sonrisa, pero me quedaré con la idea de que sea así.
No tenía ninguna esperanza al subir en taxqueña, pero al verte subir en Ajusco, rezaba por que bajaras muy tarde, pues no despegaba la mirada de ti, de tu cabello, de tu rostro.
Al verte bajar en cumbres, sabía que me esperaba un largo viaje hasta la central del sur, pero me hacía bien recordarte…
El mismo recorrido nuevamente, los matices de este día son peculiarmente distintos, pues algo me dice que te hable, siempre coincidimos en el horario, espero esta vez sea así.
En Ajusco me acerqué a la puerta para saludarte, sorprendentemente me regresaste el saludo en una forma muy agradable, como si esperaras que llegara contigo.
Llegamos a cumbres y me ofrecí a llevarte hasta tu casa, aceptaste muy optimista, algo en mí explotó, no sé describirlo, las luces de la ciudad al regresar alumbran mejor, ahora sé que estoy enamorado.
El camino se hace más corto al tenerte en mi mente, ya no creo que algo pueda salir mal, espero poder pedirte que seamos algo más que simples acompañantes de camino.
Ya pasó un mes desde que empezamos a acompañarnos por el trolebús, no encuentro una forma de demostrarte el amor que te tengo, ni aunque supiera todas las lenguas existentes, ni aunque existieran mil formas de demostrar que te amo, solo nace silencio, pero eso te sacó una sonrisa.
Me he animado a pedirte que seas mi novia, este amor joven dará un buen fruto, las palabras se las llevará el viento, pero mi corazón las guardará, esto es lo bueno de amar en verdad, Sé que me quieres y sabes que te quiero.
Pasan los días, pasan las semanas y todo va bien, excepto por el hecho de que siempre me pidas apurarme al irte a dejar, pero no es malo, al final todos estamos ocupados.
Sí que soy ingenuo al creer tanto, pero tengo 25, no puede pasar nada, todo esto va por buen camino, al bajar nuevamente en la terminal se siente raro el aire, las luces, todo, algo no me agrada, supongo que fue por un día agotador.
Han pasado los meses, a pesar de siempre hacer los mismo, a pesar de hablar de lo mismo casi siempre, nunca nos aburrimos, nunca me había pasado algo así, espero poder figurar en tu futuro.
He decidido entrar al bar donde tomaba con mis amigos, mismos de los que perdí todo rastro, es triste, pues probablemente nunca los vea nuevamente.
Me da nostalgia, donde era un invitado de ocasión se convirtió en mi trabajo, donde las canciones que alguna vez toqué al aire, ahora van dedicadas a ti.
Ya no nos vemos como antes, pero te sigo amando de la misma forma, no es una simple fantasía de querer amar, no es falso, siempre ha sido así, espero que se pueda mantener.
Un recuerdo de mi conciencia me deja en la noche donde me a acorralado a mudarme para tasqueña, donde me aguarda un departamento con solo una mesa, baño y cama.
Poco a poco siento tu falta, pues tu presencia me da calma, el cantar sobre amor me reconforta, pues cada letra es para ti, imaginar que estás frente a mi escuchando es algo hermoso.
Se apoderan de mí las ganas de verte, no he podido ni mandarte cartas, ha comenzado un nuevo año, a su vez una nueva década, ver cómo la ciudad crece es impresionante, esperaré a ver qué me depara 1970.
Ah…
Han pasado tres días, la primera vez que nos vemos en el año será la última, te irás por una oportunidad de un mejor futuro, eso es bueno, pero no deja de doler, porque eres lo único que tengo en esta ciudad caótica.
Me pediste que fuera a dejarte hasta la terminal del norte, ni me dio tiempo de cantarte una última canción en el tiempo que nos queda, solo quisiera desearte un mejor futuro de la única forma en que puedo hacerlo.
Han gritado, tendrás que partir, como de costumbre, fría y sin expresar algo, deseas irte, pero parece que solo deseas no verme más, una ruta desconocida por la cual vas a planear mil cosas para ti.
No sé si volverás, todo aquello que pasamos, todo lo que prometimos mientras caminábamos por revolución lo recordarás, espero que sea con cariño, pues todo esto que siento desde la primera vez que te vi no lo pienso cambiar nunca más.
Me haces falta y solo han prendido el motor, solo recuerda con cariño al pobre enamorado que te jura amor eterno mientras el tormento de su soledad invade nuevamente su habitación.
Solo me queda tu recuerdo, tu voz, tu mirada, aunque al final haya sido tan seco, pero mi alma atesora tu ser.
Sueño contigo, en el bar se han hartado de siempre hablar de ti, pese a que las canciones te añoran, mi espíritu reclama su soledad que perpetra el deseo inalcanzable de sentir nuevamente tu querer.
Por fin pude comprar un carro, el mismo que te prometí, aquél que siempre te miró con ternura, aquél que te demostró que su ser estaba dispuesto a sacrificar su vida por ti, aquél que te ama, aquél soy yo.
Han pasado los meses, y no has mandado ninguna carta, fue muy fácil que pudieras olvidarme, yo no, no puedo olvidarte, pero pido al cielo por tu bien.
La basílica luce vacía pese a que haya gente, pues tu compañía era todo en ese lugar, ¿Cuánto te llegué a amar?
La forma en que yo te enseñé lo que era un amor verdadero y se te ha olvidado, eso es lo que me destroza, pues en tus recuerdos solo habrán momentos donde ya no te llenaba aquél loco de amor que te regaló su mundo.
Todo lo que llevo dentro se ha clavado en mi corazón, pues por temor no me animo a buscarte, pero quisiera decirte todo lo que te extraño
Quisiera mostrarte que cada que miro al cielo las estrellas me muestran tu sonrisa, quisiera decirte que mi voz ya no es la misma desde que dejé de cantar frente a ti
Así va pasando el tiempo, sigo sin querer escucharte decir cosas que no quiero, pues me faltan tus palabras cariñosas, pero sé que no será así.
Nuevamente en el bar, nuevamente las mismas canciones tristes, nuevamente el alcohol me ha dicho que tu amor se perdió para siempre, solo les pido que me dejen de querer ayudar.
El llanto me libera, pues solo quiero olvidarte, quiero estar a solas con mis pensamientos, mismos que niegan haberte perdido, pero es evidente que así es.
Si me vieras así, si pudieras escucharme, seguramente partirías nuevamente, pues siento que no te quise lo suficiente como para no olvidarme de ti.
Desde ya hace un tiempo me dejé de preocupar por aquello a lo que dediqué borracheras sin fin, pues, aunque aún quisiera escuchar tu voz, aunque quisiera sentir nuevamente tu dulce amor, ya no puedo.
La risa que expreso con mis amigos es vacía, pues sueño con reír nuevamente a tu, lado, ya no me preocupa, pero lo necesito.
Los rumores de que un amor nuevo haz encontrado se hacen más presentes, pues no puedo imaginarte en otros brazos, pues cada que despierto sigo sintiendo que deberías seguir conmigo.
Falleció aquel perro al que le dábamos de comer cada que íbamos por Chapultepec, tu esencia ha permanecido en mi almohada pese al caminar del tiempo.
¿En dónde entregarás el amor que me juraste?
¿En qué parte del mundo regalarás aquellos besos que nos dimos?
¿A qué parte del cielo mirarás cuando necesites un consuelo?
¿Aún esperarás un verdadero amor aunque alguien te ame cerca de ti?
Al buscar las respuestas entre lágrimas y delirios vagando por insurgentes en el carro, solamente puedo encontrar respuestas a preguntas que jamás me hice, pero lamentablemente son la verdad.
Las luces de la ciudad se han convertido en estandartes a la magnificencia de los recuerdos que se aferran a la desdichada vida que poco a poco se convierte e un martirio el cual su verdugo es el esclavo de la esperanza que se niega a morir
Han pasado los años y pude casarme, he tenido hijos, la única foto que sobrevive de ti está dentro de mi saco, mismo que siempre está junto a mi corazón.
Después de convertirme en viudo, después de ver partir a aquellos que tuve en mis brazos desde que su existencia se hizo presente en este mundo, mi único consuelo es imaginar que vuelvo a ser joven, es imaginar que estoy en el bar contigo frente a mi.
Lo único que puede mantenerme con vida es el viajar entre pensamientos que alguna vez existieron, ni siquiera pude despedirme de todos, simplemente muero en soledad, duermo con la esperanza de encontrarme con aquellos que me dieron las ganas de acabar mi vida en una forma plena.
Cada día que pasa es una decepción de no poderme ir, me iré amándote, me iré extrañándote, me iré odiándome por no haber tenido el valor de buscarte, no esperé sentir este dolor que forma parte de mi desde hace años.
No puedo ni salir, mis piernas ya se rindieron, mis manos apenas quieren moverse, poco a poco me doy por vencido, llevo una herida que jamás cerró y Dios me castiga por ello.
Si en aquellos arrebatos de odio hacia mi, que no tuve el valor de perdonarme por no hacer lo que prometí, si en aquel enojo que presentó una forma terrenal de dolor decides amedrentar mi espíritu, sólo deja que me vaya pronto, permíteme estar contigo y no en esta soledad que siento desde joven.
Hoy, aquellos viajes por la ciudad son la razón por la que cierro los ojos e imagino cómo sería estar nuevamente en aquella ciudad que recuerdo con cariño, la que me acogió en mis tristezas, la que me permitió enamorarme nuevamente, es la que representa lo único que deseo.
Las palabras tristes que nacen de mi corazón se hacen presentes en esta carta dedicada al cielo, pues allá arriba es el único destino donde puede estar la persona por la que viví, la persona por la que luché y por la que perdí.
Al respirar sólo puedo escuchar una voz que me pide estar en paz, una voz dulce pidiéndome que cante una última canción antes de partir.
Desde que estoy solo en este lugar se volvió más fuerte la presencia de aquel amor inolvidable que siempre estuvo en mi corazón.
Se nubla la mirada a cada momento que pasa, en mi alma eternamente estará tu sonrisa, misma que me acompañará hasta el fin.
Ah…

Sentir eterno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora