Cuento 7: NO ROBOT

14 1 0
                                    

Shhh... quiero dormir un poco más... malditas gallinas ¡sale de la ventana pájaro inmundo! Odio que el vecino no se haga cargo de sus animales, siempre saltan la reja y me vienen a molestar en la madrugada. Cacarean en mi oído. Me levantaré a buscarla para hacer una rica cazuela. Pero primero un mate, sí. Calenté el agua como todos los días, tomé la tetera con mis manos, no sentí el calor, supongo que con los callos ya no me quemo. De algo que sirva haber trabajado en el campo tantos años. Llevo aquí desde que tengo uso de razón, he estado tanto tiempo sola que no recuerdo muy bien mi infancia, creo que nací vieja. Cultivar es lo mío, tengo de todo tipo de verduras y árboles frutales.

Parece que me quedó fría esta agua y la hierba del mate está desabrida ¡Bah! No beberé más agua. No lo necesito. Debe ser que el grito de la gallina me espantó los sentidos. Ni hambre tengo. Iré a buscarla mejor. Corrí entre las plantaciones, me siento liviana, los huesos no me suenan. Debe ser la buena vida en el campo ¡Carbón, la agarraste! te ganaste unas patas de gallina para el almuerzo, vamos a la casa. Las plantas se mueven con el viento, pero yo no siento que mi cara tenga rastros de tierra. Debo estar acostumbrada ya, ni los ojos me molestan, no arden. Me sacaré el gorro.

Prendí la televisión, nuevamente están dando ese reportaje de los robots. Que risa esos seres limitados. Creados por el hombre para servirlos y trabajar en la agricultura. Los jóvenes ya no son como antes. Que pena me dan, niños pegados a las pantallas que no saben ni germinar un poroto. ¿Te imaginas, Carbón, gallinas robot? ¡que Dios me libre! Tu como perro eres la solución a los problemas de la humanidad, das amor, acompañas incondicionalmente y lo mejor es que no hablas.

¡Mira! Ahora dicen que hay perros robot ¡ja! Déjame que me ría ¿cómo van a preferir esa máquina? ¿Qué opinas tu animal?

— Bueno yo creo que depende de la persona, algunos tienen un androide de mascota porque lo puedes configurar para que no muerdan—

¿ME RESPONDIÓ? no, imposible. Estoy delirando, si amanecí así, medio tocada de la cabeza. Ya estoy vieja. Imposible, los perros no hablan. Mejor haré otra cosa, la cazuela ya debe estar lista. Me siento así dónde estuve mucho rato al sol, eso es. Toma Carbón, unas ricas patas de pollo para que mantengas la boca ocupada. Tenemos que prepararnos, hoy viene a vernos el dueño de las tierras. Hay que contarle que tenemos una buena producción este año. Es muy amoroso de verdad, me dice mami de cariño. A pesar que no somos familia, me insiste que le diga hijo y la verdad no me molesta en lo absoluto. Es un chico bueno, viene a verme de vez en cuando. Me trae algunos materiales de construcción para arreglar la casa que quedó maltrecha después del incendio. También, trae semillas, tornillos y pilas para la linterna.

—¡Mami! ¿Cómo esta, tanto tiempo? ¡Feliz cumpleaños! Vine con sus nietos, para que la conozcan—

Hoy estaba más feliz de lo normal, me presentó a sus hijos. Les conté que amanecí con las gallinas que del susto se me desconfiguró el idioma y ahora le entiendo a los perros cuando me hablan. Se rieron. Dicen que soy muy tierna como era su abuela real. Pobres pequeños, les serviré comida. No cocino muy seguido. Solo cuando vienen visitas. El tiempo hay que distribuirlos de buena manera y eso de comer lo puedo dejar para después.

Mientras almorzaban continuaron viendo la televisión y me senté en el sillón a tejer un chalequito para Carbón. Seguían con ese documental de los androides. Ahora dicen que son tan reales que pueden ayudar a personas con depresión por una perdida a revivir a quienes han muerto, que triste, una máquina nunca va a reemplazar el amor real de la familia.

— ¿Abuelita, tú te bañas? —

— Claro que si nietito. No recuerdo muy bien la última vez que me bañé, supongo que menos que antes, pero sí, la gente se baña. —

— ¿Abuelita, si naciste hoy vas a cumplir 1 año otra vez? —

— Que extraña pregunta. Tengo los años que siempre he tenido, pero me siento como una adolescente—

— ¿Abuelita y como es el cielo? —

— Es celeste de día, por el sol, y de noche es negro con estrellas brillantes. —

Se rieron y continuaron viendo el documental. Pobres niños, se nota que están todo el día detrás de las pantallas.

CUENTOS DEFORMES: misterio, tragedias, distopiasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora