CUENTOS DEFORMES: misterio, tragedias, distopias

cuento 10: SINAPSIS

— ¿alo? —

— ¡hola sobrina! —

— hola, ¿con quién hablo? —

— Con su tío, cómo no se va acordar de mi —

— Jajaja ¿quién es? —

— Soy yo —

— ¿Quién yo? —

— Tu tío —

— ¿Qué tío? —

— El hermano de tu mamá, el mayor —

— Uf, es que mi mamá tiene un enredo de primos, hermanos y tíos —

(SILENCIO INCÓMODO)

— Sobrina, como no se va a acordar de mi —

— No me acuerdo —

— Soy el más guapo y el más simpático —

— Es que de verdad no sé quién es —

(SEGUNDO SILENCIO INCÓMODO)

— Piense sobrina —

— ¿Tío Toño? —

— Si, mi niña. ¿Cómo está su madre? —

— Bien, bien, gracias —

— ¿Está por ahí? —

— No, estoy sola —

— ¿Mi hermana está trabajando? ¿Qué horario tiene? —

— Si, esta de mañana. Llega a las 4 de la tarde —

— Entonces está sola en la casa hasta esa hora —

— Si ¿por?

— Es que sabe que necesito a alguien que reciba un encargo y yo no estoy en la ciudad. ¿Usted mi niña me podría hacer el favor de recibirlo y guardarlo hasta que yo lo vaya a buscar?

— Bueno —

— Ya, ¡muchas gracias! ¿Me dice la dirección? —

— Avenida el sol —

— Avenida el sol —

— pasaje b, número de casa 12 —

— pasaje b, número de casa 12 —

— ¿eso está bien? —

— si, sobrina. Entonces le envío el paquete y cuando vuelva a la ciudad lo pasaré a buscar —

— Bueno —

— Nos vemos, mándele saludos a su madre—

(CORTA LA LLAMADA)

— Hija ¿Quién era? —

— El tío Toño, quería la dirección de la casa—

— Jajaja no seas mala conmigo, tu tío falleció el año pasado, te llamo del cielo —

— Del infierno yo creo, lo mandé a la casa de mi ex para que lo vaya a visitar —

— Ya no se puede confiar ni en los espíritus —

(RISAS TRAVIESAS)