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La semana fue pasando como la anterior. A Jimin le costaba cada vez más seguir las clases porque siempre andaba susurró por los pasillos esperando nuevos mensajes de Jungkook. Aunque quería hacerse el duro, cada día estaba cayendo en sus garras.

Además, al llegar a la habitación muchas veces estaba ahí Seo Joon y su amigo Yoongi jugando a videojuegos o pasando el rato y, claro, entonces a él le tocaba irse a la biblioteca si quería hacer tarea.

Sin embargo, esa tarde de jueves Jimin estaba sólo en la habitación así que aprovechó para ponerse al frente del computador y adelantar materias. Nunca había sido el mejor estudiante pero tampoco era de los peores. Tanto académicamente como en el resto de facetas de su vida, se sentía un chico de bajo perfil sin más.

Aunque ahora tenía una razón para pensar distinto, alguien que le hacía sentir especial. Sentía temblar y renegaba pensar tan sólo en su nombre; sabía lo que buscaba, pero tampoco podía ignorarlo.

Lo odiaba y le gustaba a partes iguales. Y él... él se sentía, a ratos, tan cobarde.

Durante el descanso sacó su celular y releyó embobado los mensajes que Jungkook le había estado enviando los días anteriores:

"Animo estudiando"
"Ten un buen día, enano"
"Tengo ganas de que sea el fin de semana para verte"

Jimin sonrió "¿Debería escribirle algo?" Se preguntó y miró la hora; si, lo haría ¿Por qué no?

*

En otro lado de la ciudad a esa misma hora de la tarde el celular de Jungkook vibró sobre el sofá. Lo habría dejado ahí tirado cargando mientras él se duchaba. Taehyung estaba tirado en el sofá de al lado a punto de dormirse, con un libro de álgebra sobre la cara y una mano en la bragueta.

El celular volvió a vibrar y se despertó del todo. Se rascó las bolas y luego se estiró al tiempo que el libro iba a parar al suelo.

"¿Quién me escribe? Oh, no es mi celular."

Miró para los lados y en el salón no había nadie más, pero se podía ver a Namjoon sentado en el comedor, jugando con su celular esconde atrás de un libro, como si engañara a alguien.

El castaño miró el celular de Jungkook.

Si ¿Quién en su sano juicio dejaría su celular sin contraseña a Merced de unos amigos aburridos llenos de malas intenciones? Ah, exacto, la pregunta dice "en su sano juicio" y aquí se está hablando de Jeon Jungkook.

"¿Qué tenemos por aquí? Mensajitos del cachetes" descubrió Tae.

—Tsh... tsh... — chistó al moreno sentado en el comedor.

Este levantó la cabeza del "libro." Vio a Taehyung asomando media cabeza por encima del sofá, sólo sus ojos y su mano se veían, mientras hacía un gesto para que se acercara.

—Estoy estudiando ¿Qué pasa? — pregunto desde su asiento.

El castaño se llevó una dedo a los labios para que se callara y asomó el celular ajeno. Namjoon sonrió.

Tras asegurar el perímetro de la zona, ambos se sentaron en el sofá frente al celular. En la pantalla: dos mensajes "enamorados" del chico más tímido e ingenuo de todo el campus.

Era el Santo Grial de las putadas entre amigos. Podían hacer tanto daño... debían aprovechar la oportunidad correctamente para exprimir su jugo al máximo.

*

Jimin estaba empezando a sentirse estúpido. Había mandado un par de mensajes a Jungkook y este estaba en línea y los había leído pero no le contestaba.

Alone between Wolfs [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora