35

3.7K 414 96
                                    

Después de la hora de cenar, Jungkook y Taehyung se habían citado con nocturnidad y alevosía en la puerta trasera, como dos prófugos. para no levantar sospechas, Jungkook se "fue a dormir" antes que Hoseok y en cuanto este se hubo metido en su cuarto para estudiar un rato antes de acostarse, Jungkook se escurre por las escaleras, discreto como un felino, hacia su encuentro nocturno en el patio de atrás con Tae.

Hobi no había sospechado nada y no iba a notar su ausencia, el plan, de momento, iba bien. Al menos hasta que salió y encontró a Taehyung peleando con Nam. Peleando en voz baja, al menos, que ya era mucho pedir para tratarse de esos dos.

—Oh, Jungkook. Por fin llegas.— le dijo Taehyung.— ¡Dile que no puede venir!

—¿Van de misión para defender el honor de Jimin y pretenden que me quede en casa?

—¿Se lo has contado? Bro.

—¡No! ¡Logró sacarlo con palabrería!

Jungkook entornó a los ojos. Si algo no tenía Namjoon era labia, pero ya daba igual. Luego suspiró. Se quería deshacer de él pero no herir su sensibilidad.

—Namjoon, ni es una misión ni es para defender su honor...además, ¿Desde cuándo te importa Jimin? Siempre te ríes de él.— dijo Jungkook.

—Porque le tengo confianza. ¡Adoro al Jigglypuff! Es como cuando Jin me pega de broma, sé que lo hace porque le caigo bien...así que si unos tipos le han hecho daño van a vérselas conmigo. Ya me quedé con ganas de pegarle a Choi San, esta no la dejo pasar.

—No. No. Y no. Esto no es un juego. Tú quédate en casa.

—Hey, hoy podría morir gente.— dijo  el castaño moviendo las cejas.

—No bromees con eso, Taehyung.

—¡Pero quiero participar!— volvió a insistir Namjoon.

No es que no quiera que él vaya porque es inservible, no, todo lo contrario. Sus músculos de Hulk podrían ayudar bastante pero en verdad no quiere embarrar a nadie más en esto. Mucho menos a Nam, Jin lo asesinaría. Y forzando su cerebro a Jungkook por fin se le prendió la bombilla.— Lo vas a hacer con una parte fundamental.— Le agarró de los hombros y lo miró seriamente.— Quédate y procura que Hoseok no note nuestra ausencia. ¿Ok? ¿Podemos encargarte eso?

—Esta bien.— asintió con la cabeza, aunque no muy convencido.

Jungkook le soltó y se marchó con Taehyung. Cuando habían dado un par de pasos, Namjoon los llamó de nuevo.

—Chicos...— Jungkook y Tae se giraron.— ¡Acaben con ellos!

Ambos asintieron apretando el puño.

*

Jungkook condujo decidido, no había charla trivial en el auto, ni siquiera tenían un gran plan pero estaban decididos, eufóricos y, no iban a volver a atrás, la sangre les hervía a demasiados grados como para hacerlo.

Rondaban las once de la noche cuando llegaron frente al antro que les hacía a la vez de escondite. Un pub de clase, para niños bien y estudiantes universitarios modélicos que necesitaban cocaína para soportar la presión sin renunciar a la vida social porque la carrera así se lo exige.

Jungkook aparcó en la parte de atrás, la cara fea, donde se veían siempre que iba a comprar. Una vez allí, llamó por celular a ese número no registrado con el que se mensajeaba tanto. Vieron la luz prendida en una de las ventanas que daban a esa parte de la fachada, la persiana se había movido, pero el celular no era atendido.

Pocos minutos después, un estruendoso ruido de puerta les alteró, por ella aparecía de nuevo el pelirrojo con ojos de loco y sus tres matones.

—¡Jungkook, amigo!— se oyó su voz divertida.

Alone between Wolfs [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora