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—¿Crees que me va a robar el auto?

—Bro, ya te lo ha robado — dijo poniendo una mano en su hombro.

—Mierda — Taehyung le dio unas palmaditas de consuelo.— Trabajé mucho para comprarlo... — fue a contar la historia por tercera vez pero Taehyung lo interrumpió.

—Ya, ya, dejaste las pelotas trabajando... eh, yo no tengo ningunas ganas de volver a casa, es super pronto ¿No crees?

—Pienso lo mismo... vamos a irnos antes de que llegue Hoseok.

—¡Si!

Sin rumbo fijo comenzaron a caminar hasta alejarse de la casa. Las calles estaban ya muertas a esas horas y reinaba un silencio espectral en el aire que se mezclaba con un frío espantoso, que ellos no notaban por la falsa sensación de calor que da el alcohol.

—¿Dónde se habrá estacionado?

—Ni idea. A lo mejor se fue a ver a su novia y por eso nos echo tan pronto — dijo Tae.

—¿Tú crees?

—Estoy seguro.

—Que asco dan los chicos.

—Son lo peor.

—¡Como Park!

—¿Quién?

—Jimin...

—¿Ese es su apellido?

—Si, te lo he dicho un millón de veces.

—Ah, si es cierto.

—¿Yo merezco que me bloquee? ¿No lo ves exagerado? — preguntó mientras él mismo asentía con la cabeza.— Ya da igual. Estoy harto de él. De sus putas pecas. Tiene pecas hasta en el culo ¿Sabías?

—No.

—Pues las tiene.

—Ah — asintió.

—¡Pero que se jodan!— gritó de repente Jungkook.

—¡Que se jodan! Él se lo pierde.

—Lo sé... yo tengo mucho amor dentro de mí y él no lo quiere — hablaba torpemente por el alcohol.— Es más, tendría que llamarlo ahora mismo y decirle que es un niñato. Si me hubiera pasado de largo lo entendería pero, mierda, hice todo lo que había que hacer y lo hice todo bien. Ni me lo he cogido.

Taehyung abrió mucho la boca.

—¿No? Pues oportunidades has tenido.

—Lo sé, pero el niño quería que fuera "especial." Me tiene a pan y agua y me deja ¿por cuidarlo? Tiene valor... ¡Si decidido!: voy a decírselo ahora mismo.

Se giró deteniendo el paso y puso una mano sobre el hombro de Taehyung, este también puso una sobre el hombro de su amigo.

—Es una buena idea: ¡Hazlo! ¡Llámalo... llámalo ahora mismo!

—¡Claro que sí!

—¿Sabes qué? Me has inspirado... voy a llamar a Hoseok para decirle también lo que pienso. ya estoy harto también de andar deprimido por él.

—¡Si! ¡Ese tambien tiene que enterarse! — le dijo emocionado con la idea. No, con la gran idea.

Uno al otro se envalentonaron y motivaron. Estaban al ciento veinte por ciento.

Borrachos y llamadas telefónicas, ¿había forma de que no fuera un plan increíble? Antes de que se les bajara la excitación, sacaron los celulares, pero de pronto un atisbo de lucidez se presentó en la alcoholizada mente de Jungkook.

Alone between Wolfs [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora