Kyunsoo no sabía que se sentía ser el amante, nunca lo había sido, sus padres tenían un matrimonio duradero, nada lo había preparado para lo que se venía, Jongin siguió siendo cariñoso, cada vez más apasionado, más atrevido ahora osaba entrar a su consultorio, sentarlo en la camilla o en el escritorio y hacerle una mamada de ensueño, seguían los desayunos, los aventones, el sexo, en fin todo parecía ir sobre ruedas, eso sí, Kyunsoo debía respetar esas 3 horas que estaban destinadas a su bebé pero el sabía que después de esa hora sería para el, no quería ser una pareja tóxica así que decidió que si Jongin no lo llamaba después de las 7 (algo que no dejaba de ser frecuente) no pasaba nada, no significaba que el se haya quedado a cenar o a dormir en casa de su ex? Su esposa? Su mujer? No sabría cómo llamarla por lo que se limitaba a referirse a ella como la mamá de su hija. No fue sino hasta mucho tiempo después que decidió escuchar a su cerebro y comenzó a cuestionarse que tanto hacía Jongin en tres horas, si su hija estaba durmiendo que hacía el? Donde permanecía? Pero su corazón pudo más y decidió ignorar una vez más a su cerebro. Un domingo lo invitó a su casa a almorzar, Kyungsoo estaba por demás emocionado, sentía dentro de si que esto era como dar el siguiente paso porque Jongin le había comentado que vivía con su mamá y que su hermana estaba casada y vivía en Busan, creyó inocentemente que iba a conocer a la madre de su amor pero no, cuando llegó al edificio Jongin bajo a buscarlo y le daba besos apasionados en el cuello y en los labios durante todo el trayecto del ascensor hasta el 8vo piso, llegaron al apartamento era amplio y acogedor, las paredes estaban pintadas de un color beige haciendo juego con unos muebles modernos color caoba todo era minimalista, Kyunsoo por un segundo se imagino viviendo ahí, ya el almuerzo estaba listo, Jongin había pedido comida (gracias a Dios porque le había comentado que quemaba hasta el agua), la comida era de un restaurante italiano muy conocido y por supuesto estaba deliciosa. Tomaron vino y Kyunsoo no dejaba de sentirse emocionado por tantas atenciones, luego de comer se sentaron en la sala dispuestos a ver una película, la madre de Jongin había salido de viaje por el fin de semana y con ese conocimiento se comenzaron a besar desenfrenadamente con ese fuego que ardía cada vez que estaban cerca, en un momento Kyunsoo estaba sentado en el regazo de Jongin enredando sus dedos en el sedoso cabello de su moreno y este con sus manos en su trasero lo cargo para llevarlo a su habitación sin dejar de besar su cuello y sus labios... Lo primero que noto Kyun en medio de la pasion fue que en el cuarto había una cuna, obviamente de la bebe así que decidió ignorar nuevamente la bandera roja y se entregó a Jongin como si fuera la última vez, después de su sesión de sexo decidió preguntar lo obvio... Tu hija se queda a dormir aquí? Y la respuesta fue más que clara, Si, algunos días, y una vez más su cerebro le dijo es una bebé que no se puede ni debe separar de su mamá, cuando la bebé se queda aquí, donde duerme la madre? Y una vez más decidió ignorarlo.
Kyungsoo ya no estaba tan seguro de querer dormir en esa cama otra vez.