Los días pasaron y Kyunsoo sufría viendo como su relación con Jongin cada día era más distante, ya casi no coincidían en la clínica, las pocas veces que se veían estaban tan ocupados que apenas si tenían tiempo de conversar, en el hospital sólo eran el papa de una paciente y el su médico a cargo, un día cualquiera escucho hablar a las enfermeras contando como habían pillado a los papás de Sunny besándose en la habitación y se les había hecho de lo más tierno saber que la nene que estaba dando los primeros pasos de su vida en un hospital tendría una familia unida que la recibiría al salir del tratamiento ya curada porque si, el tratamiento y la cirugia estaban funcionando excelente a favor de la recuperación de Sunny, ese comentario sumado a las muchas veces que Kyungsoo había visto llegar a la hermosa familia al hospital tomados de la mano y siendo más cariñosos de lo esperado para una pareja que estaba mal o eso había querido creer el, fingiendo que nada pasaba, ignorando todas y cada una de las señales que le ponían en luces de neón la palabra AMANTE lo llevaron a tomar la decisión más sensata que había tomado en su vida terminaria la relación que tenía con Jongin por su propio bien.
Habían pasado dos días luego de su cumpleaños por cierto olvidado por Jongin que sólo lo recordó cuando las mamás de los otros pacientes sorprendieron con una torta a Kyunsoo mientras el llegaba a visitar a Sunny, pidió disculpas una y mil veces excusándose en que el tener a la nena hospitalizada le había sumado muchas más obligaciones a su ya agitada vida.
Ese día le llevo a Kyunsoo una rosa envuelta en papel aluminio y una caja de bombones que el aceptó que se la entregará dentro del carro, a escondidas del mundo, en el estacionamiento del hospital y fue el momento preciso para que Kyungsoo le pusiera punto y final a esa relación que solo lo dañaba, lo amaba y sabía que lo haría hasta el fin de su vida aunque estuviera con otro hombre, aunque formará una familia el siempre sería su eterno amor secreto. Su corazón le suplicaba que esperara, que resistiera sólo un poco más, que seguro tendrían su final feliz pero su cerebro tomó las riendas del asunto y llevó a Kyungsoo a decir las palabra que más le dolería a lo largo de su vida... Tenemos que terminar, los ojos de Jongin parecían querer salirse de sus órbitas y sonrió creyendo que se trataba de una broma, pero al ver que frente a él no habían risas comenzó a entender lo que pasaba y le reclamo como era posible que diciendo amarlo lo abandonara justo cuando estaba en el momento más difícil de su vida, estaba siendo egoísta lo sabía pero a su manera el también amaba a Kyunsoo, amaba su sonrisa, sus manos, la forma tan adorable en que lo miraba, amaba hablar con él hasta bien entrada la noche, estar con él lo hacía feliz, pero Kyunsoo fue firme ya estaba decidido reteniendo sus lágrimas le dijo : yo jamás podría negarte el hecho de que si Sunny vence al cancer tu quieras pasar los 365 días del año con ella, verla crecer, que te pida la bendición apenas entres a la casa y salte a tus brazos diciéndote cuanto te extraño, yo no puedo ni quiero negarte eso, aquí el que sale sobrando soy yo, no te preocupes que la atención de tu hija no va a sufrir cambios porque ante todo soy un profesional, Jongin lloraba inconsolable, lo iba a extrañar? Tal vez pero el tenía quien lo consolara pero y el? Quien se ocuparía de recoger los pedazos de su corazón que estaban ya desperdigados? Kyunsoo lo abrazo fuerte y le dijo... No fue en esta vida, tal vez en la próxima y bajo del carro para regresar al hospital a seguir fingiendo que todo estaba bien, que nada lo afectaba.