Two

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Perspectiva Jungwon

  ⋊🫐

#  Era un día martes donde un muchacho de piel casi caramelo conocido como Yang Jungwon, alguien muy dedicado a sus notas y estudios, cursaba su primer año de psicología clínica una carrera que la había pensado por un largo tiempo en el cual se decidió por esa. Era almenos su 4 clase en el día, ya faltaba unas 3 horas para acabar su inicio de jornada, solo faltaba su recreo y podría al fin salir de sus espantosas clases. Amaba estudiar o mejor dicho tener buenas calificaciones pero odiaba hacer lo que implicaba como levantarse temprano y dormir súper tarde haciendo tareas o alguna investigación de sus maestros súper considerados, nótese el sarcasmo.

Pensar en que al fin podría ir a la cafetería a conseguir sus preciados chocolates lo hacían ponerse más ansioso, incluso creía que aquella máquina expendedora era lo mejor que había echo la escuela, tenía hambre, si y mucha pero sus ganas por aquellos chocolates le ganaban. Movía su pluma ansioso sobre su escritorio formando un pequeño sonido que para algunos era tedioso pero para él era su forma de pasar el tiempo. Y no es que no quiera prestar atención, el maestro repetía el mismo tema almenos 2 o 3 clases seguidas.

Su panzita rugía por comida, definitivamente había sido una pésima idea no desayunar pero según él había sido una buena idea no desayunar para bajar algunos kilos pero ahora se encontraba sufriendo por salir rápidamente de clases hacia aquella máquina expendedora que me proporcionaban algunos de sus alimentos favoritos,en su mente sabía que no terminaría comprando solo chocolates pero no era su culpa que tuviera varías refrigerios que le encantaban.

Apenas sonó la campana cinco minutos después de estar sumido en sus pensamientos guardó todo con algo de rapidez escuchando un poco de lo que hablaba su mejor amigo Ni-Ki  cual esperaban que lo acompañe a la cafetería. Tomó sus cosas y salió de su salón de clases junto a su mejor amigo el cual intentaba sobornar diciendo que me compraría algo para que le cuente quien es ese chico tan misterioso que le gusta.

-Vamos, prometo comprarte algo en la máquina expendedora.- El peli plata solo respondía con un "tal vez" el cual lo ponía más ansioso ya que las únicas indicaciones que me había dado era que era un pelo rosa muy tierno según él y además de que era de otro curso.

A y que su apellido era "Kim" que clase pistas eran esas, así empezó probablemente el martirio del pobre Ni-Ki que tenía que batallar con las insistencias de su amigo pero bueno si sabía cómo era para que lo invita, pero el no se rendiría, seguiría pensando en cómo sacarle información a su amigo de quien es ese chico que lo tiene tan embobado.

Se sintió ansioso al darse cuenta que faltaban poco par llegar a la torre A donde se encontraba tal el mejor invento del ser humano según Yang. Pero siempre tenía que ocurrir algo siempre era ese algo que no lo dejaba tranquilo. Era la presidenta de su salón, si entrábamos más en contexto ella y Yang tenían una pequeña rivalidad ya que al ser la presidenta debía ser el mejor ejemplo con sus notas pero Yang no se preocupaba en eso ya que siempre obtenía el primer puesto de su salón y se aseguraba de tener el mejor puntaje de la universidad. Ella era solo una de los varios "rivales" de Yang.

"El director dice que debes darle algunas tutorías a uno de los varios alumnos que reprobaron este parcial, cosa que realmente es una pena no podrás estudiar lo suficiente" Decía la chica con una cara de insuficiencia.

Cuanto la odiaba, suspiro y sin más que tuvo que aceptar no sin antes decirle que le avise al director que buscaría a sus compañeros después de su almuerzo, realmente tenía hambre. Aunque ahora sumándose a sus pensamientos sabía que le sería más difícil estudiar ya que tendría que dar tutorías en la tarde. Eso lo desanimó un poco pero se propuso en tener tiempo para las dos cosas.

Así empezó de nuevo su camino hacia aquella máquina expendedora, al menos no había demorado mucho y tendría tiempo de comer tranquilamente.

Luego de unos muy cortos minutos llegó junto a su amigo hacia aquella máquina expendedora, algo ansioso se hiba acercando hasta que vio como dos chicos hablaban justo en frente de aquella máquina, aquellos chicos los conocía muy bien uno era Park Sunghoon había averiguado que era muy bueno en su salón por lo que silenciosamente se había convertido en su pequeña competencia y el más bajo había escuchado poco sobre él pero lo conocía.

Tenían que ponerse a hablar justo enfrente de la máquina, rodo los ojos un poco irritado y se acercó en silencio en compañía de su mejor amigo, llegó hasta la máquina sacando su dinero dispuesto a comprar algunas golosinas, ni quería ser grosero pero realmente tenía mucha hambre. Ignoro la repisé vía de ambos chicos que hablaban y se dispuso a buscar sus deliciosos chocolates en la maquina.

Novios falsos• SUNGWONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora