No sin ti (Jason Blosson y tu)

CAPITULO 19

Cómo prometí, aquí os dejo el siguiente capítulo del fic, espero que lo disfrutéis y de ser así que dejéis vuestro voto que ya sabéis que es un gran apoyo!
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Tal y como el señor Jones había descrito, se trata de un pequeño cobertizo, lleno de cosas por cada esquina, palas, rastrillos… .La luz salía de una única bombilla colgante en el techo, que parpadea ligeramente, y ahí, en el medio de la estancia, iluminado por la tenue luz, atado a una silla, magullado y golpeado en cada zona de su cuerpo, delgado,  pálido, y ojeroso, Jason Blossom me devolvía la mirada.

No sabría describir sus ojos, era como si pensara que estaba viendo un espejismo, estaba claro que no esperaba verme ahí. Me quedo inmóvil unos segundos, después de todos estos días pensando que tal vez estaba muerto, verlo ahí, vivo, mirándome… siento como si un tornado se desatara en mis entrañas. De pronto reacciono, corro hacia mi chico y me arrodillo delante de él, que me devuelve la mirada como si estuviera viendo un fantasma.
Analizo cada zona de su cara, cada herida, me duele verlo así pero está vivo, y eso es lo más importante.
-¿Eres real? - hablo por fin el pelirrojo.
Si verlo con vida había desatado un tornado en mi interior, oír su voz logró liberar el huracán. Coloco mis manos en su rostro y acaricio con cuidado sus heridas, llegando a su
labio, que está partido. Jason cierra los ojos y ladea ligeramente su cabeza sobre mi mano disfrutando de cada ligero roce.
-Que te han hecho Jay - dije abatida sin dejar de analizar su rostro.
Sin poder contenerme más lo abrazo, no fui consciente hasta este momento de cuánto lo necesitaba, entierro mi cara en su cuello unos segundos y vuelvo a mirarlo a los ojos, entonces dejo un suave beso en sus labios tratando de no hacerle daño. La sensación al besarlo es la misma que el primer día, si cabe incluso más intensa debido a la mezcla de miedo, y felicidad simultánea.
-Tenemos que salir de aquí - digo rompiendo de pronto la burbuja que se había formado y dándome cuenta de dónde estoy. Sin perder tiempo me coloco detrás de la silla y comiendo a aflojar las cuerdas.
-Como me has encontrado - dice Jason sin trata de disimular su asombro.
-Es una larga historia, cuando salgamos de aquí ya te lo cuento - digo tratando de convencerme a mí misma de que vamos a salir de aquí.
Jason parece empezar a salir también de la burbuja y comienza a insistir en que me vaya.
-¡Tienes que salir de aquí, es peligroso! - grita desesperado hacia su espalda.
-Si - digo sin apartar mi mirada del nudo de sus muñecas - ambos nos iremos.
-No hay tiempo ___ , mi padre está a punto de llegar, por favor sal de aquí, te hará daño. - la voz de Jason suena ronca, afónica, y también muy desesperada.
No le contesto, sigo concentrada en liberar sus manos.
Empezando a perder la paciencia y con el corazón en un puño, busco a mi alrededor tratando de encontrar algo para cortar la cuerda.
-¡___ vete de aquí! - insiste Jason aterrado - por favor no soportaría que te hiciera daño, ¡vete!
Sin contestar me levanto y empiezo a buscar entre un montón de trastos. Mientras tanto el pelirrojo no se cansa de insistir, su voz suena cada vez más desesperada.
-¡Como te encuentre aquí te matará ___! - gritaba.
-No me voy a ir - dije tratando de mantener la calma llevando una mano a mi frente.
-¡QUE TE VAYAS! - grito Jason - ¡LÁRGATE DE AQUI YA!
-¡NO ME VOY A IR JASON! - grito acercándome a su cara - no sin ti - añado casi en un susurro.
-___…
-¿Es que no lo entiendes? - digo volviendo a arrodillarme - no me sirve de nada salvarme y dejarte aquí Jay, he pasado la peor semana de mi vida pensando que tal vez no volvería a verte nunca, prefiero morir hoy aquí contigo, que vivir toda mi vida sin ti, no quiero vivir sin
ti. - dejo de hablar porque las últimas palabras amenazan con salir acompañadas de llanto, y yo ya había llorado bastante.
Jason me miraba suplicante, las lágrimas comienzan a bajar por sus pálidas mejillas.
-Por favor… - suplica - si algo te pasara jamás me lo podría perdonar.
Seco su rostro con las yemas de mis dedos.
-Yo tampoco me lo perdonaría.
Sin perder más tiempo vuelvo a su espalda, y esta vez comienzo a morder la cuerda con mis dientes, “a situaciones desesperadas, medidas desesperadas” - pienso. Muerdo con todas mis fuerzas hasta que un suave sabor a metal inunda mi boca, escupo la sangre al suelo y continúo con mi tarea.
-Ya viene - dice Jason en un susurro ahogado, cargado de terror.
Dejo de morder la cuerda y escucho inmóvil, efectivamente unos pasos caminan por fuera de la cabaña. Se me acelera el pulso, desearía poder coger a Jason y desaparecer, pero eso
no es posible.
-Por lo que más quieras ___ escóndete - dijo Jason señalando con su cabeza unos troncos de madera enfrente suya - no hagas ni un ruido - advierte.
Resignada, sin tener más opción, me separo de Jason para esconderme tras los troncos.
-Todo va a salir bien - le digo en un susurro antes de desaparecer por completo tras los troncos.
Jay asiente y me dedica una sonrisa triste y nada convincente.
Desde mi posición puedo ver perfectamente a Jason a través de un espacio entre dos troncos. La puerta se abre y contengo la respiración. Clifford Blossom entra con paso firme y tranquilo, como si se tratara de su propia casa, la mirada que Jason le dirige está cargada de odio.
-Es una pena que las cosas tengan que acabar así hijo - la calma en la voz del hombre produce escalofríos.
Clifford camina un poco más para colocarse justo delante de Jason, de forma que yo ya no podía verlo.
-Eres un desagradecido muchacho - lo reprendió su padre- pudiste haber tenido todo, podías haber hecho grandes cosas, y sin embargo decides arruinarlo todo ¿y por que? ¿por
amor? ¿por una chica? - escupe con asco - yo no te crie asi Jason, tu no eres un Blossom, eres débil, haces que me avergüence de ti.
Haciendo uso de toda su valentía Jason respondió.
-Si ser débil es tener conciencia de lo que está bien y lo que está mal, entonces sí que lo soy- dijo con firmeza -esa chica se ha preocupado más por mi en un año que tú en toda
mi vida y no voy a permitir que me alejes de ella.
Sus ojos derrochaban rabia hacia su padre. Por un momento este guardó silencio, pero entonces, sin previo aviso, comienza a reir de forma escandalosa.
-Realmente no se que hemos hecho mal contigo - dijo cuando pudo calmar su risa. - eres un ingenuo por pensar que te saldrías con la tuya, si yo digo que no estarás con ella, no lo harás, y por lo visto, veo que tendrá que ser por las malas.
Mi corazón late con tanta fuerte que incluso temo que el ruido me delate, contengo la respiración sin apartar la vista de la espalda de Clifford, completamente inmóvil.
-Te daré una última oportunidad muchacho - dijo el hombre - dejarás a esa chica y aprenderás todo sobre el negocio familiar, seguirás la tradición y ocuparás tu puesto en la empresa.
Se hizo el silencio entre ambos. Jason empieza a negar con la cabeza.
-Esa no es la vida que quiero vivir, padre.
-Bien en ese caso... - dice Clifford acercándose a su hijo y quitándole del bolsillo de la camisa el anillo que
Jason me mostró cuando me pidió matrimonio. Saca una pistola del bolsillo y apunta directo a la cabeza de Jason sin pestañear - en ese caso no vivirás.

Jason lo miraba entre asombrado y aterrado, en el fondo no podía creer que su padre pudiera hacer algo así.
-¿Vas a matar a tu propio hijo? - pregunta sin apartar los ojos de los de su padre.
-Tu ya no eres mi hijo - sentencia el hombre.
Jason no apartaba la mirada a su padre, y yo casi puedo escuchar sus pensamientos, el solo desea que todo acabe y que yo me pueda ir sana y salva, entonces me mira de reojo,
pienso que es increible como en una mirada tan breve se pueden transmitir tantas cosas: amor, miedo y despedida. “NO” - me digo a mi misma.

Un sonido ensordecedor se escucha dentro de la cabaña y después: silencio.

Clifford Blossom se desploma semiinconsciente al suelo y tras él me encuentro yo, temblando, aterrada, en shock, y sujetando con fuerza el mango de una pala que se había
desprendido del metal tras el impacto contra la cabeza del hombre que yacía en el suelo.
Lentamente mi mirada se dirige a Jason, mis ojos se abren y mi pecho sube y baja violentamente. Él me mira con notable asombro y su voz me tranquiliza.
-¡___! ¡coje la navaja! ¡siempre lleva una en el bolsillo! ¡vamos corta la cuerda! ¡tenemos
que salir de aquí!
-Lo he matado - digo todavía en shock mirando el cuerpo de Clifford, paralizada. Había actuado totalmente por impulso.
-No está muerto - dijo Jason - se le mueve el abdomen, está respirando.
Clifford comienza a moverse.
Tras darme cuenta de que no era una asesina, busco rápidamente en los bolsillos del hombre y mi mano se cierra alrededor del frío metal de una navaja suiza.
-¡Rápido! - grita Jason tratando de girar la silla para facilitar el trabajo.
Clifford se empieza a levantar con dificultad llevándose una mano a la cabeza de la cual no dejaba de brotar sangre, con la otra mano agarra la pistola y apunta a ambos muchachos.
-Ni un paso más - dijo amenazante.
Instintivamente me coloco delante de Jason protegiéndolo con mi cuerpo, Clifford apunta entonces a mi cabeza.
-¡NOO! - grita Jason desesperado - ¡por favor padre no le haga daño! ¡máteme a mi!
Mi cuerpo y mis ojos no se mueven ni un milímetro a pesar de la amenaza de muerte que apuntaba directamente a mi cabeza.
-¡NO DEJARÉ QUE LE HAGA DAÑO! - digo con valentía estirando mis brazos de forma protectora, tratando de cubrir con mi cuerpo todo lo posible a Jason.
-¡Padre por favor haré lo que me pida pero deje que se vaya! - gritaba Jason detrás de mi, impotente al no poder siquiera moverse para protegerme.
Clifford parecía disfrutar mucho de la escena, empezó a reírse.
-Veo que te has buscado una novia tan necia e ingenua como tu - dijo sin apartar el arma - hijo mío, me parece que hoy vas a aprender una valiosa lección.
Su rostro se puso serio y acercó la pistola a mi cabeza, una vez más mi posición no flaquea
ni un poco.
-¡NOO! ¡POR FAVOOR! - gritaba Jason desesperado detrás de mí.
-Te quiero… - le digo en un susurro.
-NOOO.
Cierro los ojos. En un solo segundo mil cosas pasan por mi cabeza, desde
el primer día que vi a Jason, hasta el primer beso, pasando por cada caricia, cada abrazo, el calor de su piel… de pronto es Cheryl quien inunda mis pensamientos y nos veo sentadas en su cama de sábanas rojas aterciopeladas, riendo por cualquier cosa, ella era mi mejor amiga y me dolía dejarla, voy a echarla mucho de menos. Una punzada de dolor se clava en mi corazón al pensar en mi madre y en su sufrimiento cuando reciba la noticia de mi muerte. Recuerdo cada consejo, cada abrazo, cada sonrisa. Pienso entonces ¿qué se sentirá al morir? ¿realmente había algo después?, claro que me daba miedo pero en realidad, dar mi vida protegiendo a aquella persona que
más amaba, no era una mala forma de morir. Ahora sí, me permito finalmente mostrarme vulnerable, una lágrima corre por mi mejilla, la última.

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Hola!! Se acerca el final de esta historia, quería agradeceros el apoyo que me dais al votar y comentar ^^
Trataré de subir el siguiente capítulo al final de esta semana, un beso!