No sin ti (Jason Blosson y tu)

Parte 12

Bueno chicas, aquí os traigo un nuevo capítulo, perdón por la espera pero es que justo me empezaron las clases y no he tenido mucho tiempo. Como siempre espero que lo disfrutéis! Un beso! <3

-Bonita chaqueta -dice Jason acercándose a mi en el pasillo.

-Te la dejaste en mi habitación, te la quería devolver -digo empezando a quitármela, pero Jay me para.

-No, déjala, te queda muy bien – dice guiñándome un ojo.

Me besa y en mi mente comienzan a aparecer sin previo aviso escenas de esta noche, y me pongo roja. Jay se acerca a mi oreja y me susurra:

-A noche fue la mejor noche de mi vida. Creía que no podías gustarme mas pero...

Yo me río y lo empujo.

-¡Jay!

-Estas roja – dice agarrando mi mejilla.

Yo me pongo todavía mas roja.

-¡Hola! -Cheryl se acerca a nosotros y Jason se escabulle. -muy bien ___ anoche tuve que cubrir a mi hermano que por lo visto paso toda la noche fuera, y por lo que se, estuvo en tu casa así que... cuéntamelo todo. -yo miro a Cheryl y abro la boca para responder pero ella me interrumpe- ¿sabes que? Pensándolo mejor, creo que prefiero no saber esos detalles sobre mi hermano -dice poniendo cara de asco, y yo me rio.

Desde aquella noche, Jay y yo estábamos aún más unidos, sentía que podía confiar en el para todo, me sentía segura cuando estaba conmigo, cuando me abrazaba. Las visitas nocturnas se volvieron recurrentes, y ambos nos encontrábamos deseosos, nos abrazábamos y nos fundíamos el uno con el otro, como si no existiera nada más en el mundo.

Narra Jason

Si hace dos años me hubieran preguntado si alguna vez me había enamorado, hubiera dicho que si, que Polly Cooper había logrado eso en mi, pero ahora estaba seguro de que aquello no era amor, porque de serlo no podría darle nombre a lo que siento por ____. Quería estar con ella todo el tiempo, siempre la echaba de menos, y con ella me sentía tan bien... podía ser yo mismo.

Son las 23:30 de la noche y me preparo para una de mis salidas nocturnas a casa de ___, me muero de ganas volver a estar entre sus sábanas. Me dirijo hacia la puerta, al abrirla casi me caigo para atrás del susto al ver la silueta de un muchacho justo en el medio. Enciendo la luz y observo al intruso.

-¿Reggie? ¿Qué haces tu aquí?- cuando me fijo Reggie tiene el otro ojo morado y la nariz sangrando. -¿Qué te ha pasado?- Reggie me mira y me enseña una maleta.

-Necesito tu ayuda. – dice.

Me quedo un segundo inmóvil pero inmediatamente me hago a un lado invitándole a entrar, Regg está temblando, lo conduzco a mi cuarto y se sienta en mi cama.

-¿Qué ocurre amigo? – digo sentándome del revés en mi silla de escritorio. Reggie sigue temblando.

-Yo... ¿podría quedarme contigo un par de días?

Yo lo observo un momento.

-¿No crees que primero deberías contarme que te ha pasado en la cara?

Reggie se lleva la mano al ojo hinchado.

-Esto... es por lo que necesito quedarme aquí, mi padre...

-Espera- le interrumpo- ¿tu padre te ha hecho eso?- Reggie asiente con la cabeza y yo me llevo la mano a la boca.

-Solo serán unos días Jay lo prometo, es solo mientras no encuentro otro sitio en el que quedarme- dice Reggie.